Francolinus capensis

Francolinus capensis (Gmelin, 1789)
Sinónimo: Pternistis capensis (Gmelin, 1789) del Hoyo et Collar, 2014

7-Febrero-2015.
África, República Sudafricana, El Cabo Occidental, Ciudad del Cabo, Montaña de la Mesa, Jardín Botánico de Kirstenbosch.
Leg: Juan Pablo Martínez. Det: Isidro Martínez.

Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Chordata.
Clase: Aves.
Orden: Galliformes.
Suborden: Phasiani.
Superfamilia: Phasianoidea.
Familia: Phasianidae.
Subfamilia: Perdicinae.
Género: Francolinus.
Subgénero: Pternistis.
Especie: Francolinus capensis.

El francolín del Cabo mide de cuarenta a cuarenta y dos centímetros de longitud, siendo el macho ligeramente más grande y pesado que la hembra. Este gran francolín tiene un aspecto uniformemente oscuro desde lejos, exceptuando sus patas y pico rojos, pero un examen más cercano revela que todo su plumaje se encuentra finamente jaspeado de gris y blanco, con la nunca y la parte superior de la cabeza de un tono más uniforme que el resto del cuerpo. Ambos sexos tienen un plumaje idéntico, pero el macho se puede distinguir por poseer dos grandes y fuertes espolones en cada pata (en ocasiones solo uno), mientras que la hembra sólo tiene uno por pata, mucho más corto, o incluso ninguno. Los juveniles son similares a los adultos, pero con patas más oscuras y un jaspeado más pálido en el plumaje.

La única otra especie de francolín grande y de plumaje oscuro presente dentro de su área de distribución, Francolinus afer, se puede diferenciar fácilmente por la piel desnuda de color rojo que cubre su garganta y la zona de alrededor de los ojos. Francolinus africanus y Francolinus levaillantii también se encuentran en la misma zona, pero son mucho más pequeños, con un plumaje más claro y unos patrones de coloración completamente diferentes.

Esta gallinácea es endémica de Sudáfrica, dividiendo su área de distribución en dos poblaciones aisladas: una en el sudoeste del Cabo, y la otra a lo largo de la frontera entre Namibia y la República Sudafricana. Habita en áreas abiertas con matorral, con preferencia por aquellas que cuentan con cursos de agua. Se alimenta durante el verano de insectos (hormigas, termitas...) y frutas caídas (manzanas, uvas...), el resto del año consume sólo materia vegetal como semillas de acacias, bayas y bulbos. En primavera y a inicios de verano, los machos se persiguen unos a otros para determinar la dominancia y la posesión de las hembras. La época de anidamiento es muy variable dependiendo de la localidad. Anida bajo la protección de algún matorral, en un nido muy rudimentario que apenas consiste en más que una alineación de hierbas. Allí, la hembra pone entre cuatro y ocho huevos (ocasionalmente, dos hembras pueden compartir el mismo nido), que son incubados sólamente por la hembra. En las zonas donde las molestias humanas son mínimas, este ave se vuelve bastante mansa, y se adapta a jardines, márgenes de carreteras o mezclándose con las aves de corral en las granjas. Si se ve molestado, prefiere correr antes que volar, sin embargo es capaz de volar con sólo doce días de vida.