Georychus capensis

Georychus capensis (Pallas, 1778)

27-Julio-2019.
Cautividad. América, Norteamérica, Estados Unidos, Nueva Inglaterra, Massachusetts, Suffolk, área metropolitana de Boston, Cambridge, Campus de la Universidad de Harvard, Museo de Historia Natural de Harvard.
Leg: Isidro Martínez. Det: Harvard Museum of Natural History.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Chordata.
Clase: Synapsida.
Orden: Rodentia.
Suborden: Hystricomorpha.
Familia: Bathyergidae.
Subfamilia: Bathyerginae.
Género: Georychus.
Especie: Georychus capensis.

Única especie del género Georychus, esta rata topo es un roedor que mide unos dieciocho centímetros de longitud total, de la cual dieciséis corresponden a la cabeza y el cuerpo y dos centímetros a la cola. Su peso es de unos ciento ochenta gramos. Como otras ratas topo, tiene un curioso aspecto cilíndrico y compacto, con patas muy cortas y cabeza corta sin orejas ni apenas cuello. La coloración de este animal es muy curiosa y distintiva de su especie. El pelaje, corto y lanoso, es de castaño rojizo a casi negro dorsalmente y blanco plateado en el vientre, pero posee prominentes parches blancos alrededor de los oídos y de los ojos, y parches blancos más pequeños en el hocico, y a menudo en la parte superior de la cabeza. Las partes oscuras de la cabeza son más oscuras que el pelaje del dorso. La cabeza es grande y redondeada, los ojos son muy pequeños pero funcionales, y carece de pabellones auditivos. Carece de vibrisas. Los labios están adaptados para cerrarse lateralmente cuando la boca se abre, como adaptación para evitar la entrada de tierra en la boca cuando excava. Los pies son grandes y de plantas coriáceas, pero su parte dorsal está cubierta de pelos blancos. La cola es corta y posee tan sólo unos pocos pelos ralos. Las hembras poseen tres pares de mamas.

Es endémica del suroeste y sur de Sudáfrica. Habita en regiones forestales y sabanas. Raramente se aventura por encima del suelo, y pasa casi toda su vida dentro de un intrincado laberinto de túneles subterráneos que se suele extender entre cincuenta y ciento trenta metros en su longitud mayor. Los túneles miden unos diez centímetros de diámetro y no poseen salida a la superficie. No usa sus patas anteriores para excavar como los topos, sino que para ello utiliza sus dientes incisivos. Esto le permite prosperar en suelos mucho más duros que los topos. A pesar de que raramente ve la luz del sol, sigue un ritmo de vida nocturno dentro de sus túneles. Es un animal solitario y sólo se reúne con sus congéneres para copular, de hecho es muy agresivo con su propia especie fuera de la temporada de cría. Se alimentan de bulbos, tubérculos y rizomas subterráneos de plantas. Los túneles que excava para encontrar estas raíces son más estrechos que los túneles principales, y más superficiales. Para aprovechar al máximo su comida, consume sus propios excrementos. No necesita beber ya que obtiene toda el agua a partir de su alimento. En tiempos de escasez o cuando una hembra está criando a sus pequeños, este roedor puede almacenar comida en una cámara. El centro del sistema de túneles también contiene una cámara-nido y una cámara-letrina. En verano, ambos sexos tamborilean con sus pies en las paredes de sus túneles, tan fuertemente que el sonido puede oirse a diez metros de distancia por encima de la tierra. Con estos sonidos, localizan a posibles parejas reproductivas. Una vez se encuentran, el cortejo y la cópula son muy breves, y se intercalan con algunos acicalamientos mutuos. Tras un mes y medio de gestación, la hembra pare una camada de tres a diez crías, que nacen desnudas y ciegas y pesan de cinco a doce gramos. A partir del séptimo día les comienza a crecer el pelo, y dos días después se abren sus ojos. Crecen rápidamente y comienzan a tomar alimentos sólidos a los diecisiete días de nacer. A las cuatro semanas de vida son completamente destetadas, y una semana más tarde comienzan a mostrar signos de agresión hacia sus hermanos, por lo cual se dispersan para establecer sus propios túneles hacia la séptima semana de vida. Alcanza la madurez sexual con dieciocho meses, y puede vivir hasta cinco años.