Campephilus magellanicus

Campephilus magellanicus (King, 1828)

1-Julio-2012.
Cautividad. Europa, España, Madrid, Museo Nacional de Ciencias Naturales.
Leg: Isidro Martínez. Det: Carlos Urdiales.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Chordata.
Clase: Aves.
Orden: Piciformes.
Suborden: Pici.
Superfamilia: Picoidea.
Familia: Picidae.
Subfamilia: Picinae.
Género: Campephilus.
Especie: Campephilus magellanicus.

El carpintero de Magallanes o gigante es una de las especies vivientes más grandes de picamaderos, aunque era superada por un par de especies recientemente extintas del mismo género. Mide entre treinta y seis y cuarenta y seis centímetros de longitud. Como todos los Campephilus, muestra un marcado dimorfismo sexual. El macho adulto tiene la cabeza roja, y la hembra negra salvo la zona que rodea la base del pico, que es rojo oscuro. Además, la cresta puntiaguda que ambos sexos poseen en la nuca es notablemente más larga y más rizada en la hembra que en el macho. Por lo demás, el resto del plumaje es igual en ambos sexos: de un negro profundo con leves matices azulados, a excepción del lomo de un contrastado color blanco, y las banderas internas de las rémiges secundarias (y la base de la bandera interna de las primarias) también blancas, así como un parche blanco bajo las alas, formado por las infracobertoras alares. El pico y las patas son negras, y los ojos son amarillentos. Los machos juveniles son similares a las hembras adultas, pero con algunas manchas rojas dispersas por la cara y frente.

Habita en los bosques fríos del Cono Sur de América en los Andes de la Patagonia, desde el nivel del mar hasta los mil ochocientos metros de altitud. Requiere de bosques antiguos con viejos árboles grandes. Se alimenta esencialmente de insectos xilófagos, y su golpeteo de alimentación, típico del género Campephilus, consiste en tan solo dos golpes seguidos, en lugar de las series de muchos golpes habituales en otros picamaderos. A menudo se le ve en parejas o en tríos de dos machos y una hembra. Crían de octubre a enero, excavando un nido en el tronco de un árbol muerto en pie, a entre cinco y quince metros del suelo. El nido tiene una entrada redonda de unos nueve centímetros de diámetro y se adentra en el tronco un promedio de unos treinta centímetros, poco antes de la puesta se amplía la cámara interna del nido y se acolcha con virutas de madera. La hembra pone de uno a cuatro huevos blancos, lisos y brillantes, de unos treinta y siete milímetros de longitud y veinticinco de diámetro, que ambos sexos incuban durante entre trece y veintiún días, turnándose: la hembra incuba durante el día y el macho durante la noche. Los polluelos permanecen en el nido durante entre seis y siete semanas antes de dar sus primeros vuelos, pero siguen permaneciendo junto a sus padres durante más de un año. Suele vivir entre nueve y doce años.

Una imagen de un macho mejor conservado, en el Museo de Historia Natural de Viena: