Campephilus principalis

Campephilus principalis (Linnaeus, 1758)

26-Julio-2019.
Cautividad. América, Norteamérica, Estados Unidos, Nueva Inglaterra, Massachusetts, Suffolk, Boston, Museo de las Ciencias de Boston.
Leg: Isidro Martínez. Det: Isidro Martínez.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Chordata.
Clase: Aves.
Orden: Piciformes.
Suborden: Pici.
Superfamilia: Picoidea.
Familia: Picidae.
Subfamilia: Picinae.
Género: Campephilus.
Especie: Campephilus principalis.

El carpintero de pico de marfil es un gran picamaderos que se ha ido extinguiendo recientemente hasta su desaparición. Especie tipo y la más conocida de las once que conforman el género Campephilus, era la segunda especie más grande de picamaderos del planeta, por detrás del también extinto Campephilus imperialis. Medía entre cuarenta y ocho y cincuenta y tres centímetros de longitud, con una envergadura alar de unos setenta y ocho centímetros. Los machos tendían a ser ligeramente mayores que las hembras, aunque con una diferencia muy poco apreciable. Su plumaje era negro brillante, con muy contrastadas bandas blancas que corrían a lo largo de las coberteras alares, formando una banda oblicua en cada ala, así como rémiges secundarias de un blanco níveo que formaba un gran parche blanco visible tanto en vuelo como en reposo. A diferencia del Campephilus imperialis, la banda blanca de las alas continuaba también a cada lado del cuello y hasta los lados de la cabeza. Ambos sexos poseían una prominente cresta puntiaguda en la nuca, pero en la hembra esta cresta era negra, mientras que en el macho era escarlata. Los ojos eran de color amarillo pálido y las patas eran grises, con largos dedos terminados en fuertes y largas uñas curvadas y afiladas. El pico era lo más destacable de este ave, de unos siete centímetros y medio de longitud, de color marfil, contrastando mucho con el plumaje negro, recto y grueso atenuándose gradualmente hacia la punta, como un cincel, y con la propia punta truncada en vista cercana. Los orificios nasales en la base del pico estaban cubiertos por mechones de plumas blancas, para evitar la entrada de astillas y virutas de madera.

Se distribuía ampliamente por el sudeste de Norteamérica, desde Texas hasta Carolina del Norte y al sur hasta Florida, así como en Cuba, dividiéndose en dos subespecies. Habitaba en bosques pantanosos de Taxodium y algunos otros bosques maduros y extensos pero no muy densos, siempre con gran cantidad de árboles muertos o enfermos en los que buscar alimento y excavar sus nidos. La Guerra Civil estadounidense arrasó con la gran mayor parte de los bosques donde habitaba, dejando únicamente islotes de bosque demasiado pequeños como para que este ave tan tímida y sensible a las molestias, que necesitaba enormes extensiones de territorio, no pudiera sobrevivir. Cada pareja necesitaba unos veinticinco kilómetros cuadrados de hábitat adecuado para encontrar el suficiente alimento para criar, por lo que sus poblaciones ya eran muy bajas incluso antes de la tala. En 1938, quedaban tan sólo unos veinte ejemplares. También en Cuba la destrucción de su hábitat natural se cobró la vida de la especie, el último avistamiento de la subespecie cubana fue en 1998, aunque ya en 1991 se suponía que era el último individuo en la isla, y en 1994 la IUCN lo clasificó como especie extinta, hasta que los avistamientos posteriores lo recolocaron en la categoría de críticamente amenazada. En el año 2004 un ornitólogo avistó un macho en Arkansas, lo que conllevó intensivas expediciones ornitológicas que desembocaron en siete avistamientos en ese año y el siguiente, seguramente todos ellos del mismo individuo. En abril de 2005 incluso se pudo grabar en vídeo al ejemplar. Por todo ello la especie no es considerada extinta oficialmente, aunque no ha habido ya avistamientos posteriores y es casi indudable que la especie ha desaparecido del planeta. El ácaro Pterotrogus principalis, parásito exclusivo de esta especie, se extinguió junto con el ave.

Se alimentaba de larvas de insectos xilófagos, que extraía de la madera podrida usando su pico como un cincel, pero también consumía con frecuencia frutos y semillas así como otros tipos de insectos. Por la noche, dormía en un agujero excavado en la madera, separado de su pareja que dormía en otro agujero distinto. Por la mañana salía de su agujero, se arreglaba el plumaje y llamaba a su pareja. Era monógamo y se emparejaba de por vida. La cópula tenía lugar entre enero y mayo. Ambos sexos excavaban un nido en la madera, cincelándolo con el pico, a unos quince metros de altura del suelo en un árbol muerto o enfermo. La entrada del nido era un agujero oblongo de unos once centímetros de anchura y catorce de anltura, mientras que la galería en sí medía hasta veinticinco centímetros de diámetro en su punto más ancho, y poco más de medio metro de altura. En esta cavidad, la hembra ponía entre uno y seis huevos, que ambos padres incubaban durante entre tres y cinco semanas, generalmente el macho por las noches y la hembra durante el día. También los dos sexos se encargaban de alimentar a sus polluelos, pero sólo el macho tenía la labor de mantener el nido limpio y aseado, retirando los excrementos de sus polluelos. Éstos podían volar unos dos meses después de nacer, pero seguían siendo alimentados por sus padres durante unos dos meses más, y a menudo permanecían cerca de sus padres durante los siguientes meses incluso cuando ya podían alimentarse por sí mismos. Probablemente podía vivir unos veinte años.

En el Museo de las Ciencias de Boston:


En el Museo de Historia Natural de Harvard:

Curiosa historia la de esta especie, otra ave más extinguida recientemente en Norteamérica.

Sabía que comentarías esta ficha a pesar de ser un ave