Crocodylus rhombifer

Crocodylus rhombifer Cuvier, 1807

31-Julio-2019.
Cautividad. América, Norteamérica, Estados Unidos, Nueva Inglaterra, Nueva York, Bronx, Zoo de Bronx.
Leg: Isidro Martínez. Det: Zoo de Bronx.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Chordata.
Clase: Sauropsida.
Orden: Crocodylia.
Suborden: Eusuchia.
Superfamilia: Crocodyloidea.
Familia: Crocodylidae.
Subfamilia: Crocodylinae.
Género: Crocodylus.
Especie: Crocodylus rhombifer.

El cocodrilo cubano es uno de los miembros más pequeños del género Crocodylus, alcazando hasta tres metros y medio de longitud y pesando hasta doscientos quince kilos en el caso de los machos más grandes, aunque lo normal es que midan alrededor de dos metros, siendo las hembras más pequeñas que los machos. En el pasado se registraron ejemplares de hasta cinco metros, pero éstos son realmente excepcionales. Su cabeza posee la cara corta y ancha, y detrás de los ojos posee dos características crestas óseas alargadas. Los ojos son grises en los juveniles y marrón oscuro en los adultos. Posee un total de entre sesenta y seis y sesenta y ocho dientes. El cuarto diente de la mandíbula inferior, como en todos los cocodrilos, sobresale por fuera con las mandíbulas cerradas, a diferencia de los caimanes. Los dientes de la parte posterior de sus mandíbulas son bastante romos, como una adaptación para devorar tortugas y crustáceos de caparazón duro. El dorso es de color grisáceo oscuro y el vientre es blanquecino sin marcas, los flancos tienen mezcla de escamas amarillentas y negras. Las escamas de su cuerpo son amplias y de coloración más contrastada que en la mayoría de cocodrilos, también son más sobresalientes, dando al animal un aspecto más rugoso, como pedregoso, que las demás especies del género. Los osteodermos o escudetes dorsales se disponen en seis hileras longitudinales. La robusta cola está adornada de manchas o bandas irregulares más oscuras. Presenta las patas más largas y fuertes en proporción al cuerpo que en la mayoría de cocodrilos. Las escamas de las patas son notablemente grandes, y las de las patas posteriores están aquilladas. Los dedos poseen las membranas interdigitales muy reducidas.

Es endémico de una pequeña franja del sudeste de la isla de Cuba, concretamente en la Península de Zapata (provincia de Matanzas), concentrándose en la Ciénaga de Zapata. De todas las especies de cocodrilo, ésta es la que presenta un área de distribución más pequeña, a pesar de que en tiempos prehistóricos se extendía por varias otras islas caribeñas e incluso en las costas de Florida. Toda su población salvaje fue capturada y puesta en cautividad en los años sesenta para evitar su casi inminente extinción. Colonias en semilibertad han sido introducidas o reintroducidas en la Ciénaga de Lanier de la Isla de la Juventud (Cuba) y en Gatorland (Florida). Gracias a los esfuerzos de cría en cautividad y reintroducción, hoy en día la población salvaje se ha recuperado hasta unos seis mil ejemplares, aunque sigue siendo una especie considerada como en peligro crítico de extinción. Habita en zonas pantanosas y ríos, siempre en agua dulce, pero es de costumbres más terrestres que las demás especies de cocodrilos. Durante un corto trecho puede correr casi tanto como un caballo, puede girarse en redondo para atrapar a una presa detrás suyo en tierra firme, y puede saltar no sólo desde el agua, sino también desde tierra para alcanzar a un animal en las ramas bajas de un árbol. Se alimenta de aves, pequeños mamíferos y animales acuáticos, y puede cazar de forma cooperativa. Además, en cautividad puede aprender algunos trucos. Todo esto le convierte en una especie con mayor inteligencia que las demás especies de cocodrilos. Sus costumbres más terrestres y su mayor inteligencia son una curiosa estrategia evolutiva para llenar el nicho ecológico de grandes mamíferos carnívoros terrestres, que están ausentes en la isla de Cuba. Se dice que es una de las especies de cocodrilo más peligrosas, su temperamento es muy agresivo, y claramente dominante sobre el cocodrilo americano (Crocodylus acutus), mucho más grande, con el que convive. La temporada de apareamiento es más larga que en cualquier otra especie de cocodrilo. La cópula tiene lugar de mayo a julio o inicios de agosto, y la hembra excava un nido en las orillas de una zona pantanosa, cubriendo luego los entre treinta y cuarenta huevos con materia orgánica para que la fermentación de la misma ayude a incubarlos. La hembra guarda tan celosamente el nido que no lo abandona ni para comer, y en este periodo es especialmente agresiva contra cualquier intruso que se acerque. La eclosión tiene lugar unos dos meses después, y la temperatura de incubación determina el sexo de las crías. Debido a que esta especie practica con frecuencia el canibalismo, muchas crías que han sobrevivido al ataque de mapaches y otros depredadores de huevos, no sobreviven hasta llegar a adultas. Sólo el uno por ciento de los cocodrilos cubanos que nacen llegan a alcanzar la madurez sexual.

Justo la semana pasada vi un ejemplar disecado de esta especie junto con un mapa de se reducida área de distribución.

Anda, ¿donde? ¿En el museo de historia natural de Ginebra?

Si, fue en Ginebra.