Crocodylus mindorensis

Crocodylus mindorensis Schmidt, 1935

6-Agosto-2017.
Cautividad. Europa, Alemania, Renania del Norte-Westfalia, Colonia, Zoo de Colonia.
Coordenadas: 50°57′30″N, 06°58′24″E.
Leg: Isidro Martínez. Det: Zoo de Colonia.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Chordata.
Clase: Sauropsida.
Orden: Crocodylia.
Suborden: Eusuchia.
Familia: Crocodylidae.
Subfamilia: Crocodylinae.
Género: Crocodylus.
Especie: Crocodylus mindorensis.

El cocodrilo filipino es un reptil de hasta tres metros de longitud, relativamente pequeño en comparación con la mayoría de cocodrilos, y la mitad de pequeño que la única otra especie que vive en su misma área de distribución, el cocodrilo marino (Crocodylus porosus). Alcanza la madurez sexual aproximadamente con un metro y medio de longitud, y los machos son ligeramente más pequeños que las hembras. Posee un morro relativamente ancho, y gruesas y pesadas placas dorsales. Las entre cuatro y seis escamas posteriores al cráneo están agrandadas. El vientre posee de veintidós a veinticinco hileras transversas de escamas, y doce escamas transversas recorren la mitad del dorso. Las escamas laterales son de tamaño similar y se disponen en hileras longitudinales. Su piel es de color parduzco dorado cuando son jóvenes, y se oscurece gradualmente conforme el animal madura. Las crías recién nacidas son dorsalmente de color pardo dorado con bandas transversales oscuras, y el vientre blanco. Es extremadamente similar al cocodrilo de Nueva Guinea (Crocodylus novaeguineae), y durante muchos años ha sido considerado como una subespecie del mismo.

Es endémico de las islas Filipinas, donde sólo se encuentra en los ríos y pantanos de Mindanao y algunas de las islas Bisayas, convirtiéndolo en la especie de cocodrilo de distribución más restringida del mundo. Ha sido exterminado de las islas Samar, Jolo, Negros, Masbate y Busuanga. Es también una de las especies más gravemente amenazadas de cocodrilos, hallándose en el mismo borde de la extinción, ya que es una especie Críticamente Amenazada, debido principalmente a la destrucción de su hábitat natural en aras de la expansión agrícola y urbana, así como a la sobreexplotación de ejemplares por su piel y carne, a bárbaras prácticas de pesca (como el uso de dinamita), y a la presencia de invasivas hormigas de fuego, que pueden destruir los huevos de este reptil. En 2011 sólo quedan unos doscientos cincuenta ejemplares en libertad, y la especie está rigurosamente protegida. Es también una especie de gran importancia ecológica ya que se alimenta principalmente de peces enfermos o moribundos y por ello ayuda a fortalecer la salud de las poblaciones de peces. Aunque los peces constituyen la mayor parte de su dieta, este animal también captura cerdos, perros, civetas, serpientes y aves acuáticas, y las crías se alimentan de caracoles, camarones, ninfas de libélula, pequeños peces y roedores. El cortejo tiene lugar en la estación seca, de diciembre a mayo, y la puesta de huevos de abril a agosto, pudiendo tener hasta tres puestas al año. La hembra pone de siete a treinta y tres huevos que son incubados por el calor del sol en montículos de tierra y hierbas o bien en agujeros, construidos por la hembra, a entre cuatro y veintiún metros de la orilla del agua. Ambos padres se turnan en la estricta vigilancia permanente de sus nidos. Los huevos tardan más o menos entre dos y tres meses en eclosionar. La hembra cuida de sus pequeños hasta que éstos alcanzan unos tres meses de vida. Puede vivir hasta ochenta años.

En el zoo de Colonia:



En el acuario de Bergen: