Emberiza schoeniclus

Emberiza schoeniclus (Linnaeus, 1758)

5-Febrero-2011.
Europa, España, Aragón, Huesca, Monegros, Sariñena, Laguna de Sariñena.
Leg: Isidro Martínez. Det: Ricardo Pérez.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Chordata.
Clase: Aves.
Orden: Passeriformes.
Suborden: Passeri.
Superfamilia: Passeroidea.
Familia: Emberizidae.
Subfamilia: Emberizinae.
Género: Emberiza.
Especie: Emberiza schoeniclus.

El escribano palustre es un pequeño pajarillo granívoro de unos quince centímetros de longitud. El macho adulto durante la época reproductiva tiene una inconfundible cabeza negra con un collar blanco y una bigotera oblicua también blanca. Las hembras, los juveniles y los machos adultos durante el resto del año, tienen una cabeza parda estriada difícil de diferenciar de la de otros escribanos. El resto del cuerpo tiene un plumaje similar en ambos sexos y cualquier edad y época del año: pardo listado de negro por el dorso, y blanco finamente listado de negro en el vientre. El obispillo es grisáceo, el pico y las patas son oscuros.

Como indican sus nombres común (palustre) y científico (schoeniclus, derivado de Schoenus, un género de juncos acuáticos), este ave es propia de hábitats pantanosos y masas de agua, así como cañaverales, juncales , marismas y saladares. Evita las superficies muy homogéneas y los densos sotos fluviales, prefiriendo en cambio zonas acuáticas con un paisaje variado de árboles, carrizal y parches de tierra seca con vegetación baja. Durante el invierno, los ejemplares migratorios acuden a los cultivos de regadío para comer. Como los demás escribanos, se alimenta en verano de insectos y otros pequeños invertebrados, y durante el resto del año consume semillas y brotes.

En mayo y junio, los machos tratan de atraer a las hembras con un canto corto y melodioso e hinchando su collar blanco para hacerlo más visible. El cortejo consiste en una persecución y un simulacro de combate en el que ambas aves caen finalmente al suelo. El macho se puede aparear con una o con varias hembras. Tras la cópula, la hembra construye un nido de hierbas con forma de tacita, en el suelo, bajo el refugio de un matorral o un matojo de hierba seca. A menudo el nido se sitúa en un islote emergente que proporciona mayor seguridad al evitar así a muchos depredadores terrestres. Pone de tres a cinco huevos de color entre ocre y verdoso claro con marcas negras, que incuba casi solamente la hembra. Ambos padres alimentan a los polluelos.