Agave albopilosa

Agave albopilosa I. Cabral, Villarreal et A. E. Estrada, 2007

3-Octubre-2015.
Cautividad. Europa, España, Aragón, Zaragoza, cultivada en la terraza de José María Escolano.
Leg: Isidro Martínez. Det: José María Escolano.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Plantae
Filum: Spermatophyta.
Clase: Liliopsida.
Orden: Asparagales.
Familia: Asparagaceae.
Subfamilia: Agavoideae.
Género: Agave.
Subgénero: Littaea.
Especie: Agave albopilosa.

Una de las especies más recientemente descubiertas por la ciencia del género Agave, y probablemente la más espectacular de todas, Agave albopilosa es una pequeña planta carnosa acaule o con un corto tallo rastrero, que forma una roseta redondeada y de aspecto geométrico, de hasta cuarenta centímetros de diámetro y casi la misma altura, formada por entre cien y ciento ochenta hojas lineares, rígidas y algo curvadas hacia arriba, de hasta veintitrés centímetros de longitud y uno y medio de anchura en su parte media, de color verde oscuro grisáceo, con el borde aserrado. La característica más peculiar de esta planta es que en el ápice de cada hoja de las plantas adultas, un poco antes de la espina terminal, aparece un denso mechón o borla de pelos de color blanco brillante, de hasta un centímetro y medio de diámetro, que contrasta mucho contra el verde oscuro de las hojas. La espina terminal, situada después del mechón de pelos, es negruzca, de hasta seis milímetros de longitud. La inflorescencia es una de las más pequeñas del género Agave, con no más de ochenta centímetros de altura, del la cual la mayor parte corresponde al pedúnculo que la sostiene, el cual mide hasta un centímetro de diámetro. La espiga de flores que remata este tallo mide hasta ocho centímetros de diámetro y treinta de longitud, carece de ramificaciones, y está formada por entre setenta y ciento veinte flores reunidas por pares, acampanadas, de color verdoso-purpúreo, con largos estambres exertos, verdes, de hasta tres centímetros de longitud. El ovario de las Agave es casi siempre súpero o ínfero, pero el de esta especie es intermedio. Florece de marzo a mayo. Los frutos son cápsulas de forma oblonga, de hasta doce milímetros de longitud y diez de diámetro, de color pardo oscuro y que se abren al madurar, liberando semillas negras de forma semicircular. A diferencia de todas las demás Agave, sus rosetas de hojas no mueren tras la fructificación.

Es endémica de una pequeña zona del nordeste de México, en el estado de Nuevo León, en la Sierra Madre Oriental, en el Cañón de la Huasteca, donde crece en roquedos calizos casi verticales a entre mil y mil quinientos metros de altitud. Forma pequeñas poblaciones dispersas que crecen mezcladas con diversas otras especies de Agave y de otras plantas rupícolas. Por lo exiguo de su área de distribución y la poca densidad de sus poblaciones, se trata de una planta en peligro de extinción. Por ello la localidad exacta se mantiene en secreto. Por fortuna, la especie ya comienza a propagarse entre las colecciones. Todo comenzó en el año 2000, cuando el doctor Ismael Cabral Cordero, uno de los autores de la descripción de la planta, encontró un ejemplar muerto que se había desprendido por un derrumbe. Cuando volvió al lugar, tuvo que hacer uso de los prismáticos para poder encontrar un ejemplar vivo.

Probablemente es la especie más antigua de todo el género Agave, y se calcula que evolucionó hace entre doce y ocho millones de años, poco después de la última glaciación. Es una de las especies más resistentes al frío de todo el género, junto con Agave victoriae-reginae, con la que a menudo convive. Su línea evolutiva dio lugar a las Agave de la sección striatae, como Agave striata y Agave stricta, con las que está estrechamente emparentada. Después, surgieron las demás especies de Agave hasta alcanzar las trescientas treinta especies que viven en la actualidad.

Una planta joven, que todavía no ha desarrollado los mechones de pelos blancos de las hojas. Éstos comienzan a aparecer hacia los tres años de edad.

Muy interesante esta especie, no la conocía. Lástima que la foto no sea de un ejemplar adulto.

Bueno, pero no podia dejar la oportunidad de fotografiar esta especie incluso sin ser adulta, porque desde que la descubrí hace unos años, estoy completamente enamorado de ella. Espero que al amigo que cultiva esta planta le crezca mucho y hacerle fotos en las que haga más honor a su nombre albopilosa.

Acabo de saltar a esta especie tras ver tu Agave lechugilla. Como son las cosas que en México hace unas semanas estuve junto con Eduardo Estrada, uno de los autores que describió esta especie.