Gallotia simonyi

Gallotia simonyi (Steindachner, 1889) ssp. machadoi (López-Jurado, 1989)

Mayo-1975.
Europa, España, Islas Canarias, Santa Cruz de Tenerife, El Hierro, Valle de El Golfo, Fuga de Gorreta, Risco de Tibataje.
Leg: Juan Pablo Martínez. Det: Juan Pablo Martínez.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Chordata.
Clase: Sauropsida.
Orden: Squamata.
Suborden: Sauria.
Superfamilia: Lacertoidea.
Familia: Lacertidae.
Subfamilia: Gallotiinae.
Género: Gallotia.
Especie: Gallotia simonyi.

El lagarto gigante de El Hierro es un reptil conocido tanto por su impresionante tamaño como por su reducidísima área de distribución y su fascinante historia. Puede alcanzar hasta sesenta centímetros de longitud, y posee una cabeza ancha (especialmente en los machos), un cuerpo robusto y una larga cola. Los machos son más grandes que las hembras. El color del dorso varía del gris al pardo o a veces incluso negro (en los ejemplares viejos), mientras que el vientre es de un tono pálido, anaranjado en su parte media. En los flancos ostenta parches irregulares de color amarillento, aunque en algunos ejemplares apenas son visibles mientras que en otros son de gran tamaño. Los ejemplares inmaduros presentan una serie de bonitas líneas a lo largo del cuerpo.

Es una especie endémica de la isla de El Hierro, en las Islas Canarias. En el pasado se podía encontrar a lo largo y ancho de toda la isla, pero debido a las actividades humanas, ha llegado a estar en el mismísimo filo de la extinción absoluta. De hecho, se consideró a la especie como extinguida completamente, hasta que en 1971, el herpetólogo Alfredo Salvador Milla realizó unas encuestas a los nativos de la isla que acabaron confirmando la existencia de la población, conocida sólo por cabreros, que quedaba aislada exclusivamente en la Fuga de Gorreta. Los primeros ejemplares se encontraron tres años más tarde por el arquitecto alemán Werner Bings. Era una minúscula población residual situada en las zonas de riscos entre el Poblado de Guinea y el Paso del Pino, en un área que ocupa menos de cuatro hectáreas. La subespecie nominal, propia del pequeño islote llamado Roque Chico de Salmor, fue exterminada adrede hacia 1930, recolectando diversos ejemplares para las instituciones científicas y envenenando a los ejemplares restantes para que los ejemplares capturados tuviesen más valor comercial. En este lugar se ha reintroducido la única subespecie restante, Gallotia simonyi machadoi, y también se ha reintroducido en la zona de el Julan y en la Dehesa, por lo que la población actual silvestre asciende a unos cuatro centenares de animales. Es un animal en Peligro Crítico de extinción, y actualmente su principal amenaza son los gatos asilvestrados, y en menor medida los perros y ratas igualmente introducidos. Por fortuna, la conciencia ambiental de la sociedad occidental ha mejorado en los últimos años, y hoy en día existen programas para la conservación de esta especie, que incluyen su reintroducción en zonas donde antaño habitaba, el control de gatos asilvestrados y la reproducción en cautividad. Gracias a estas medidas sus poblaciones, casi reducidas a cero en el pasado, están hoy en rápido aumento.

Habita en las zonas más áridas y pedregosas de la isla. Como la mayoría de los lagartos insulares, es un animal omnívoro, que se alimenta principalmente de insectos y partes de plantas (sobre todo verode (Senecio kleinia) y lavanda (Lavandula abrotanoides). A partir de mayo y hasta finales de agosto, las hembras ponen entre cinco y trece huevos, que eclosionan al cabo de dos meses.

El Lagarto Gigante del Hierro fue la primera especie de lagarto gigante que se descubrió en las islas Canarias, pero no la única: el lagarto gigante de La Gomera (Gallotia bravoana), y el lagarto gigante de Gran Canaria (Gallotia stehlini) se separaron taxonómicamente de Gallotia simonyi de forma reciente, aunque el primero de ellos sigue siendo considerado como conespecífico por algunos autores.

Conocía esta historia, pero no sabía que era más o menos fácil verlos en libertad.

Es que no es más o menos fácil, eso no lo digo en ninguna parte del texto. La Fuga de Gorreta es un gran acantilado vertical y no es nada fácil moverse por esos ambientes. Si fuese fácil verlos en libertad, no habría pasado desapercibida la especie durante medio siglo!

Observa también la fecha de la cita. Mi padre trabajó con estos lagartos tan sólo un año después de que se redescubrieran los primeros ejemplares.

Vaya, se me había pasado por alto la fecha, una de las más antiguas del foro.