Gallotia intermedia

Gallotia intermedia Hernández, Nogales et Martín, 2000

22-Marzo-2015.
Cautividad. Europa, España, Islas Canarias, provincia de Santa Cruz, Tenerife, Santa Cruz de Tenerife, Calle Fuente Morales, Museo de la Naturaleza y el Hombre.
Leg: Isidro Martínez. Det: Museo de la Naturaleza y el Hombre.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Chordata.
Clase: Sauropsida.
Orden: Squamata.
Suborden: Sauria.
Superfamilia: Lacertoidea.
Familia: Lacertidae.
Subfamilia: Gallotiinae.
Género: Gallotia.
Especie: Gallotia intermedia.

El lagarto gigante de Tenerife es un gran reptil de hasta setenta y cinco centímetros de longitud, de aspecto robusto y con una cabeza ancha y corta y una cola relativamente larga con respecto al cuerpo. Su piel es de color pardo negruzco de tonalidad muy variable, con un dibujo reticulado de pequeñas manchas pardo-amarillentas en el dorso y dos hileras de ocelos en los costados, la superior de ocelos azules y la inferior de ocelos amarillos, mientras que la garganta es de un tono gris claro. Las crías poseen atractivas rayas longitudinales blancas y negras en el cuerpo y cola. Este lagarto fue descubierto muy recientemente, en 1996, y no fue descrito hasta el año 2000, este largo lapso de tiempo fue debido a que los biólogos que los encontraron no quisieron sacrificar los ejemplares, lo cual es muy lógico dado el exiguo tamaño de su población.

Es una especie endémica de la parte occidental de la isla de Tenerife, donde se divide en dos poblaciones muy aisladas, una en el Macizo de Teno y la otra en la Montaña de Guaza. En el pasado, antes de la colonización europea de Canarias, estaba repartido por casi toda la isla, según prueban los restos subfósiles. Vive casi exclusivamente en acantilados verticales, desde el nivel del mar hasta unos cuatrocientos metros de altura. Como todas las especies de su género, es diurno, omnívoro y permanece activo durante todo el año. Se trata de una especie que está en el mismo filo de la extinción total, sobre todo a causa de los gatos asilvestrados que el hombre introdujo en las islas, y su población no supera los quinientos ejemplares. Es de crecimiento lento y puede vivir hasta cincuenta años, mucho más que el común lagarto tizón con el que convive.