Gallotia gomerana
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Gallotia gomerana
Gallotia gomerana (Hutterer, 1985)
Sinónimo: Gallotia bravoana (Hutterer, 1985)
22-Marzo-2015.
Cautividad. Europa, España, Islas Canarias, provincia de Santa Cruz, Tenerife, Santa Cruz de Tenerife, Calle Fuente Morales, Museo de la Naturaleza y el Hombre.
Leg: Isidro Martínez. Det: Museo de la Naturaleza y el Hombre.
Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Chordata.
Clase: Sauropsida.
Orden: Squamata.
Suborden: Sauria.
Superfamilia: Lacertoidea.
Familia: Lacertidae.
Subfamilia: Gallotiinae.
Género: Gallotia.
Especie: Gallotia gomerana.
El lagarto gigante de La Gomera es un gran reptil de hasta medio metro de longitud, de la cual hasta treinta centímetros corresponden a la cola, siendo las hembras más pequeñas que los machos. Sin embargo, han existido ejemplares más grandes de esta especie, pero la caza selectiva de ejemplares grandes para el consumo de su carne ha reducido el tamaño medio de la especie, al igual que está sucediendo actualmente con muchos peces y mariscos. Los restos subfósiles demuestran que podía alcanzar aproximadamente hasta un metro y veinte centímetros de longitud. La cabeza es bastante robusta pero el cuerpo es esbelto. Su piel es de color pardo negruzco, con pequeñas manchas azules dispuestas en una doble hilera en los flancos, y una gran zona de color blanco marfileño en la garganta, el pecho y la cara inferior de las patas delanteras. Los ojos son de color ambarino. Las hembras son de tono algo más parduzco que los machos y poseen quince ocelos negros a cada lado del eje dorsal. Los adultos carecen de marcas distintivas, mientras que los juveniles poseen once rayas transversales de color cremoso a cada lado del dorso, seguidas de dieciocho ocelos negros a cada lado y cinco hileras de ocelos azul celeste en cada flanco.
Esta especie fue primero conocida por restos fósiles y se supuso que se trataba de una especie extinta, hasta que en julio de 1999, gracias a los comentarios de Manuel Gámez sobre la existencia de un lagarto gigante en La Gomera, se pudo redescubrir con vida a esta especie. Es endémico de la isla de La Gomera y en el pasado estuvo repartido por toda su superficie, salvo en sus zonas más frías y húmedas, pero hoy en día se halla localizado exclusivamente en el Risco de la Mérica, en la costa occidental de la isla a seiscientos metros de altitud, dividiéndose en dos núcleos separados. Habita en zonas de malpaís y otros terrenos áridos y rocosos, en zonas de tabaibal y con preferencia por las altitudes bajas y medias. Se alimenta sobre todo de frutos, brotes y hojas, en menor grado consume insectos y carroña. En mayo y junio, los machos viajan incansablemente en busca de hembras con las que copular. Éstas ponen sus huevos entre tres y cuatro semanas después de la cópula. Las crías nacen dos meses después. Pueden vivir hasta quince años. A pesar de los grandes esfuerzos invertidos en su plan de recuperación y del éxito de su reproducción en cautividad, todavía se considera una especie en el mismísimo borde de la extinción, es decir Críticamente Amenazada, debido a su minúscula área de distribución y la presión ejercida por depredadores exóticos (gatos). Su población ha dejado de disminuir, pero consta de tan sólo cerca de un centenar de ejemplares.
Sinónimo: Gallotia bravoana (Hutterer, 1985)
22-Marzo-2015.
Cautividad. Europa, España, Islas Canarias, provincia de Santa Cruz, Tenerife, Santa Cruz de Tenerife, Calle Fuente Morales, Museo de la Naturaleza y el Hombre.
Leg: Isidro Martínez. Det: Museo de la Naturaleza y el Hombre.
Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Chordata.
Clase: Sauropsida.
Orden: Squamata.
Suborden: Sauria.
Superfamilia: Lacertoidea.
Familia: Lacertidae.
Subfamilia: Gallotiinae.
Género: Gallotia.
Especie: Gallotia gomerana.
El lagarto gigante de La Gomera es un gran reptil de hasta medio metro de longitud, de la cual hasta treinta centímetros corresponden a la cola, siendo las hembras más pequeñas que los machos. Sin embargo, han existido ejemplares más grandes de esta especie, pero la caza selectiva de ejemplares grandes para el consumo de su carne ha reducido el tamaño medio de la especie, al igual que está sucediendo actualmente con muchos peces y mariscos. Los restos subfósiles demuestran que podía alcanzar aproximadamente hasta un metro y veinte centímetros de longitud. La cabeza es bastante robusta pero el cuerpo es esbelto. Su piel es de color pardo negruzco, con pequeñas manchas azules dispuestas en una doble hilera en los flancos, y una gran zona de color blanco marfileño en la garganta, el pecho y la cara inferior de las patas delanteras. Los ojos son de color ambarino. Las hembras son de tono algo más parduzco que los machos y poseen quince ocelos negros a cada lado del eje dorsal. Los adultos carecen de marcas distintivas, mientras que los juveniles poseen once rayas transversales de color cremoso a cada lado del dorso, seguidas de dieciocho ocelos negros a cada lado y cinco hileras de ocelos azul celeste en cada flanco.
Esta especie fue primero conocida por restos fósiles y se supuso que se trataba de una especie extinta, hasta que en julio de 1999, gracias a los comentarios de Manuel Gámez sobre la existencia de un lagarto gigante en La Gomera, se pudo redescubrir con vida a esta especie. Es endémico de la isla de La Gomera y en el pasado estuvo repartido por toda su superficie, salvo en sus zonas más frías y húmedas, pero hoy en día se halla localizado exclusivamente en el Risco de la Mérica, en la costa occidental de la isla a seiscientos metros de altitud, dividiéndose en dos núcleos separados. Habita en zonas de malpaís y otros terrenos áridos y rocosos, en zonas de tabaibal y con preferencia por las altitudes bajas y medias. Se alimenta sobre todo de frutos, brotes y hojas, en menor grado consume insectos y carroña. En mayo y junio, los machos viajan incansablemente en busca de hembras con las que copular. Éstas ponen sus huevos entre tres y cuatro semanas después de la cópula. Las crías nacen dos meses después. Pueden vivir hasta quince años. A pesar de los grandes esfuerzos invertidos en su plan de recuperación y del éxito de su reproducción en cautividad, todavía se considera una especie en el mismísimo borde de la extinción, es decir Críticamente Amenazada, debido a su minúscula área de distribución y la presión ejercida por depredadores exóticos (gatos). Su población ha dejado de disminuir, pero consta de tan sólo cerca de un centenar de ejemplares.
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