Fratercula arctica

Fratercula arctica (Linnaeus, 1758)

24-Marzo-2015.
Cautividad. Europa, España, Islas Canarias, Provincia de Santa Cruz, Tenerife, Valle de la Orotava, Puerto de la Cruz, Loro Parque.
Coordenadas: 28°41′23″N, 16°57′00″O.
Leg: Isidro Martínez. Det: Isidro Martínez.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Chordata.
Clase: Aves.
Orden: Charadriiformes.
Suborden: Lari.
Superfamilia: Alcoidea.
Familia: Alcidae.
Subfamilia: Fraterculinae.
Género: Fratercula.
Especie: Fratercula arctica.

El frailecillo atlántico es una llamativa ave marina de unos treinta centímetros de longitud, que alcanza un máximo de hasta sesenta y tres centímetros de envergadura alar, y que posado en posición normal alcanza unos veinte centímetros de altura. Posee un cuerpo muy rechoncho, de color negro en las partes superiores y blanco en las inferiores. La cabeza es negra con un amplio parche subtriangular de color blanco sucio en la cara, rodeado de negro tanto en la corona como en la garganta. El pico es la característica más inusual de esta ave: extremadamente alto y aplanado lateralmente, con forma triangular, posee una funda mucho más amplia que el propio hueso del pico, adornada con los colores más llamativos: diversas bandas finas naranja vivo, amarillo y negro van siguiendo el contorno del pico hasta llegar cerca de su base, donde aparece una curiosísima franja triangular azul, bordeada de una base amarilla. Los colores del pico están además en relieve, de manera que las partes naranjas forman crestas redondeadas y las partes amarillas y azules son más bajas. La comisura del pico está muy hinchada y es de color naranja. Los ojos están rodeados por un parche desnudo de plumas de forma marcadamente triangular, azul y naranja. Las patas, notablemente palmeadas, son de un color naranja muy vivo, y las alas, negras, parecen ser ridículamente pequeñas en comparación con el cuerpo del ave, sin embargo es muy buen volador. Estas alas pequeñas y estrechas son una adaptación a su modo de vida, ya que las usa como aletas cuando bucea. Ambos sexos son idénticos, salvo por que el macho es de tamaño muy ligeramente mayor. Durante el invierno, la coloración del pico del frailecillo atlántico se vuelve mucho menos llamativa, perdiendo el parche azul, y también cambia su forma, estrechándose mucho más en su base y formando un notable ángulo en mitad de la mandíbula inferior.

Se distribuye por las costas e islas del norte del océano Atlántico y el Océano Glacial Ártico, desde el norte de España hasta Nueva Zembla y de Groenlandia a Nueva Inglaterra. Se divide en tres subespecies que sólo se diferencian por el tamaño. En el norte del océano Pacífico se halla sustituido por Fratercula corniculata y por Fratercula cirrhata. En algunos lugares, el frailecillo atlántico es tan abundante que su caza está permitida durante algunos meses del año, con el fin de controlar la población. Esto sucede en las islas Feroe y en Islandia, donde incluso se consume con frecuencia. Es un ave que sólo puede vivir en zonas de acantilados marítimos escarpados, desde los que se lanza al vacío de modo que sus pequeñas alas puedan batir con eficacia, ya que el frailecillo atlántico no puede levantar el vuelo desde una superficie plana. Se alimenta de pequeños peces, tales como anchoas, a los que captura buceando en pos de sus presas. Para alimentar a sus crías llega a portar hasta una veintena de peces en el pico, bien ordenados como sardinas en lata, alternando la dirección de la cabeza entre un pez y el siguiente. Durante la época de reproducción, a finales de primavera, ambos sexos excavan una madriguera con su pico, en el fondo de la cual la hembra pone un solo huevo de color blanco. Cría en colonias densas y numerosas. En ocasiones, un acantilado horadado por cientos de nidos de frailecillos ha sucumbido a la acción de las lluvias y el oleaje, desprendiéndose y matando a miles de aves marinas. Las crías pasarán unos tres años en alta mar, tras lo cual maduran sexualmente y vuelven al acantilado para procrear y construir sus propias madrigueras. Cuando defiende su nido y sus polluelos, el frailecillo atlántico adquiere un inmenso coraje, no dudando en atacar a las gaviotas que traten de robar los polluelos, a los conejos que intentan entrar en su nido e incluso a las personas que se acerquen a él.