Coracias benghalensis

Coracias benghalensis (Linnaeus, 1758)

3-Agosto-2017.
Cautividad. Europa, Alemania, Renania del Norte-Westfalia, Bonn, Museo de Investigación Zoológica Alexander König.
Coordenadas: 50°43′19″N, 7°06′49″E.
Leg: Isidro Martínez. Det: Isidro Martínez.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Chordata.
Clase: Aves.
Orden: Coraciiformes.
Suborden: Coracii.
Familia: Coraciidae.
Género: Coracias.
Especie: Coracias benghalensis.

La carraca india es una hermosa y colorida ave tropical del tamaño de una paloma, midiendo unos veintiséis o veintisiete centímetros de longitud. Su pecho, cuello, garganta y cara son de color leonado con estrías blancas, aunque hay una subespecie (C. benghalensis affinis) con una difusión azul oscuro en el pecho. La corona, en cambio, es azul, sin llegar hasta la frente. El dorso es de color leonado, pero sin las estrías blancas del pecho. Las alas tienen la vivísima mezcla de azul celeste y añil intenso típica del género: el borde frontal del ala es añil, las coberteras terciarias de un azul aguamarina, las coberteras primarias son azul celeste, las rémiges primarias son azul celeste con una amplia y contrastada banda añil central y con las puntas negruzcas, y las rémiges secundarias son añiles. La cola es añil intenso en la base y en la punta con una banda central celeste muy contrastada, salvo las dos rectrices centrales, que son de un azul verdoso desvaído. El largo pico, robusto y de punta ganchuda, es negruzco, los orificios nasales son largos y descubiertos, y posee largas cerdas en la base del pico. Los ojos son castaños, con anillos oculares ocres, y las cortas patas son de un tono ocre, con uñas negras y con los dedos delanteros fusionados en su base.

Se distribuye por todo el sur de Asia, desde Iraq hasta la isla de Hainán. Alcanza su límite meridional en Ceilán y las islas Maldivas, y se divide en tres subespecies. Habita en áreas abiertas con arbolado, zonas cultivadas, parques, jardines e incluso ciudades. Como todas las carracas, les gusta permanecer posadas en sitios muy visibles de cierta altura, como árboles desnudos y cables de teléfono, desde donde pueden dominar una amplia panorámica para detectar a sus presas. Éstas consisten en grandes insectos y otros invertebrados, así como pequeños vertebrados (lagartijas, roedores, etc). Es una especie oportunista y ha aprendido a aprovechar los recursos alimenticios que les proporcionan los insectos que huyen de un incendio forestal, así como los que dejan al descubierto los tractores cuando labran la tierra, e incluso las polillas y escarabajos atraídos por la iluminación artificial. En mayo y junio, las carracas indias buscan un lugar para anidar, que puede ser el hueco de un árbol, producido por un pájaro carpintero o por una herida de una rama caída, o en la grieta de un muro o edificio. Ponen unos cuatro huevos blancos que son incubados por ambos sexos. Es una especie abundante y no amenazada. Los mayores peligros para ella son los atropellos (pues suelen posarse cerca de las carreteras) y la caza para obtener sus hermosas plumas azules. Antiguamente se creía que estas plumas, molidas, aumentaban la producción de leche de aquellas vacas que las consumían.

En el Museo Alexander König:


En el Museo Americano de Historia Natural: