Celtis australis

Celtis australis Linnaeus, 1753

Julio-2000.
Europa, España, Aragón, Teruel, Maestrazgo, Alto Maestrazgo, Villarluengo, en las cercanías del Hostal de la Trucha.
Leg: Isidro Martínez. Det: Isidro Martínez.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Plantae.
Filum: Spermatophyta.
Clase: Magnoliopsida.
Orden: Rosales.
Suborden: Urticineae.
Familia: Ulmaceae.
Subfamilia: Celtidoideae.
Género: Celtis.
Especie: Celtis australis.

El almez común, llamado también alatonero, latonero, lidón y lodón, es la especie tipo de las setenta que conforman el género Celtis. Es un árbol caducifolio de porte mediano (hasta veinticinco metros de altura). Tiene una corteza característica muy lisa y de color grisáceo, en un tronco bastante recto y poco ramificado. Su copa es frondosa, ampliamente redondeada. Las hojas son alternas, de cinco a quince centímetros de longitud, de ovaladas a lanceoladas, tendiendo a más o menos péndulas, y se encuentran entre las más fuertemente dentadas y las más largamente acuminadas de todo el género. En la base del peciolo aparecen un par de estípulas caducas. Las flores son unisexuales y aparecen en el mismo árbol (monoico) en marzo y abril, son poco vistosas y de color verdoso, péndulas, con cinco sépalos alargados y sin pétalos. Las flores femeninas dan lugar a drupas negras solitarias, de un centímetro de diámetro, que cuelgan de largos pedúnculos y maduran a finales de verano y en otoño. La pulpa del fruto, amarillenta, protege a su única semilla, del tamaño de un grano de pimienta.

Es nativo de la región Mediterránea y Asia sudoccidental, dividiéndose en dos subespecies. Es muy adaptable, y crece en barrancos, ramblas, laderas e incluso en solares y zonas urbanizadas. Suele crecer aislado, aunque en algunas zonas existen pequeños bosques de esta especie. A menudo se planta como árbol de calle y parque, por su gran resistencia y su densa sombra. Sus frutos son comestibles, con sabor semejante al del dátil, aunque el follaje con frutos se suele usar para alimentación del ganado más que para consumo humano. El almez común puede vivir hasta seis siglos. Una anécdota curiosa en relación con esta especie es el hecho de que ciertos ejemplares fueron los árboles más caros de la historia hasta ahora. Se trataba de seis almeces, que alcanzaron los diez millones de sextercios en el año 91 a.C, el equivalente actualmente a siete millones de euros por cada árbol. La historia se puede leer con más detalle en el primer capítulo del libro XVII de la Historia Natural de Plinio el Viejo.