Carduelis cucullata

Carduelis cucullata Swainson, 1820

4-Febrero-2008.
Cautividad. Europa, España, Canarias, Las Palmas, Lanzarote, Uga, en una finca particular.
Leg: Isidro Martínez. Det: Isidro Martínez.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Chordata.
Clase: Aves.
Orden: Passeriformes.
Suborden: Oscines.
Superfamilia: Passeroidea.
Familia: Fringillidae.
Subfamilia: Carduelinae.
Género: Carduelis.
Subgénero: Spinus.
Especie: Carduelis cucullata.

El cardenalito de Venezuela es uno de los más hermosos representantes del género Carduelis. Alcanza entre diez y once y medio centímetros de longitud, con alas de cinco y medio a seis y medio centímetros de longitud, ligeramente más largas en los machos que en las hembras. En esta especie el macho posee un suntuoso plumaje de color rojo intenso, con la cabeza negra, y las alas negras atravesadas por una amplia banda roja, mientras que la cola, corta y escotada, es negra. La hembra posee las alas rojinegras y la cola negra como el macho y mantiene también el obispillo rojo, pero en cambio, en su vientre el color rojo se limita a una sombra difusa en los flancos, siendo el resto blanquecino y grisáceo, y además su cabeza y su lomo son grises, con sombras más oscuras. En ambos sexos, el pico cónico es de color hueso con la punta ennegrecida, y las patas son parduzcas. En los juveniles, los machos son pardos en lugar de rojos, y las hembras son de coloración más pálida que las adultas.

Además de en Venezuela, también se encuentra de forma mucho más escasa en Colombia y Guayana, y fue introducido en la isla de Trinidad y en Cuba, lugares de donde parece haber desaparecido, y en Puerto Rico, donde todavía persiste. Habita en zonas abiertas con mezcla de árboles, hierba, rocas y cactus, a entre doscientos ochenta y tres mil ciento sesenta y cinco metros de altitud. Se alimenta de pequeñas semillas, siendo una parte muy importante de su dieta las diminutas semillas de Amaranthus. Fuera de la época de cría, suele desplazarse en pequeñas bandadas nómadas, de unos doce ejemplares en promedio. Suele tener dos nidadas al año, coincidiendo con la floración de los árboles cuyas semillas le sirven de alimento. Los machos cortejan a las hembras con un vuelo nupcial como es habitual en este género. Anidan en pequeñas colonias con las parejas bien separadas unas de otras. Su nido se sitúa en la punta de un árbol, bien oculto entre el follaje denso. Mide doce centímetros de diámetro y diez de profundidad y está elaborado sólo por la hembra, con fibras, musgos y hierbas secas, que en ocasiones puede robar del nido de otra hembra. Pone dos o tres huevos blancos o de un blanco verdoso, de alrededor de un centímetro y medio de longitud, y los incuba ella sola durante doce días, mientras el macho se encarga de traer alimento para su compañera y de defender el nido contra los rivales. Los polluelos salen del nido a los quince días de nacer, y dos o tres días después la hembra construye un nuevo nido por lo que sólo el padre sigue atendiendo a los polluelos de la primera nidada. Está en grave peligro de extinción, debido principalmente a la extracción de madera que destruye los bosques en los que habita, y en segundo lugar a las capturas masivas de ejemplares para el comercio de mascotas. Muchos canaricultores desean poseer esta especie para hibridarlos con canarios y obtener así diferentes variedades híbridas con colores rojos.