Butia yatay

Butia yatay (Martius, 1844) Beccari, 1916

2-Junio-2009.
Cautividad. Europa, España, Aragón, Zaragoza, Parque Metropolitano de Zaragoza.
Leg: Isidro Martínez. Det: Parque Metropolitano de Zaragoza.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Plantae.
Filum: Spermatophyta.
Clase: Liliopsida.
Orden: Arecales.
Familia: Arecaceae.
Subfamilia: Arecoideae.
Género: Butia.
Especie: Butia yatay.

Butia yatay es muy similar en su apariencia a Butia capitata, siendo muy difícil distinguir ambas. Es de porte más alto que B. capitata, pudiendo medir hasta doce metros de altura, de hecho, es la especie más alta de su género. Su tronco es grueso, recto y en el extremo conserva las bases de los peciolos foliares, que forman una especie de "cabeza" erizada. De esta "cabeza", típica de todas las Butia, parten unas hojas plumosas elegantemente arqueadas, de hasta dos metros de longitud más un peciolo espinoso de hasta sesenta centímetros de longitud. Las hojas nacen dirigiéndose hacia arriba y se curvan gradualmente hacia abajo, tienen una sección en forma de V estrecha están formadas por unos ciento cuarenta foliolos, los cuales son de color glauco. Las inflorescencias, de hasta dos metros de longitud, son de color amarillo cremoso y están protegidas por una larga espata leñosa y acanalada, en cada inflorescencia pueden aparecer hasta un centenar de flores de ambos sexos, concentrándose las masculinas en las puntas de las ramas y las femeninas en las bases. Los frutos, que aparecen en racimos, son de color amarillo anaranjados, ovalados, del tamaño de una cereza (hasta cinco centímetros de longitud y tres de diámetro), cubiertos de brácteas en su tercio basal, y son la única diferencia notable entre Butia yatay y B. capitata: en la primera especie son más puntiagudos. Además, no son comestibles, mientras que en B. capitata sí lo son.

Esta bella palmera es nativa del sur de Brasil, Uruguay y el norte de Argentina. Es una especie que forma extensos palmerales donde no hay ninguna otra especie arbórea, aunque estos palmerales se han reducido mucho y la mayoría de ellos han sido arrasados por la agricultura. Es una de las palmeras más resistentes al frío, tolerando las heladas suaves. Es una de las palmeras más longevas, pudiendo vivir hasta cuatro siglos, y su crecimiento es muy lento. Como dato curioso, estos frutos y sobre todo sus semillas constituían la gran mayor parte de la dieta de un ave extinta, el guacamayo glauco (Anodorhynchus glaucus).