Harpiprion caerulescens
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Harpiprion caerulescens
Harpiprion caerulescens (Vieillot, 1817)
Sinónimo: Theristicus caerulescens (Vieillot, 1817)
15-Septiembre-2021.
Cautividad. Europa, Austria, Viena, Innere Stadt, Museo de Historia Natural de Viena.
Coordenadas: 48°12′18″N, 16°21′34″E.
Leg: Isidro Martínez. Det: Isidro Martínez.
Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Chordata.
Clase: Aves.
Orden: Ciconiiformes.
Suborden: Threskiornithes.
Familia: Threskiornithidae.
Subfamilia: Threskiornithinae.
Género: Harpiprion.
Especie: Harpiprion caerulescens.
La bandurria mora es la única especie del género Harpiprion. Es un ibis grande, con entre setenta y uno y setenta y siete centímetros de longitud. Ambos sexos son similares, aunque la hembra es algo más pequeña que el macho. Es fácil de reconocer por su plumaje gris (a veces gris azulado, gris verdoso o gris parduzco) y su larga y densa cresta caída hacia atrás formada por finas plumas que cuelgan en la zona de la nuca. Alrededor de la frente posee una estrecha banda blanca. Los ojos son naranjas brillantes, con un tenue halo más pálido alrededor de la pupila. Su pico es largo, fino y curvado, de color negro, de doce a dieciséis centímetros de longitud, más largo en los machos que en las hembras, y el borde de las mandíbulas es aserrado. El cuello es relativamente grueso en comparación con otras especies de ibis. Las plumas dorsales están moteadas de pardo, por lo que la parte superior del ave parece más oscura que la parte inferior. Las alas miden de treinta y seis a cuarenta y cinco centímetros de longitud, siendo algo más largas en los machos que en las hembras, las rémiges son de color pardo oscuro a negro. La cola está formada por rectrices marrones oscuras o negras, con un leve brillo bronceado verdoso metálico. Las patas son de color anaranjado rosado, volviéndose más negruzcas durante la temporada reproductiva. Los ejemplares juveniles se diferencian de los adultos por sus ojos oscuros, patas grises, cresta poco desarrollada, frente con mayor extensión de blanco y algunos parches de piel desnuda roja.
Se distribuye por el centro de Sudamérica, desde el sudoeste de Brasil hasta el nordeste de Argentina, con una población aislada en el norte de Bolivia. Habita en las zonas pantanosas subtropicales del Pantanal y el Chaco, desde el nivel del mar hasta los seiscientos metros de altitud. Suele pasar su tiempo caminando sobre las aguas someras de pantanos, marismas, lagunas, pastizales inundados, estanques y arrozales, pero vuela a las ramas de árboles cercanos para descansar. Se alimenta de caracoles acuáticos, bivalvos, cangrejos, ranas y peces. En invierno, cuando la comida es más escasa, puede reunirse en bandadas para alimentarse en común, pero por lo general es un ave solitaria o se mantiene en parejas. Ni siquiera forma colonias para anidar, a diferencia de la mayor parte de los ibis. La temporada reproductiva tiene lugar de marzo a octubre, en zonas con arbolado disperso. El cortejo es sencillo, uno de los dos miembros emite sonidos desde una rama, llamando a su potencial pareja, una vez juntos, ambos individuos picotean la corteza de la rama en que están posados, y luego el macho hunde su pico en el plumaje de la hembra, justo antes de la cópula. Ambos padres construyen el nido con ramas y palos, situándolo en ramas horizontales que asomen por encima del agua, a entre diez y veinte metros sobre su superficie. El nido, por lo general reutilizado por la misma pareja todos los años, tiene forma de plataforma y mide medio metro de anchura y la mitad de altura, el hueco interno mide unos veinte centímetros de profundidad y en él la hembra pone dos o tres huevos de color gris verdoso pálido, que son incubados durante veintiocho días. A veces, la hembra produce una nueva nidada cuando las crías de la anterior aún no se han desarrollado lo bastante como para abandonar el nido, por lo que es fácil ver huevos y polluelos en diversos grados de desarrollo en un mismo nido. En los primeros diez días de vida de los polluelos, siempre uno de sus padres se queda en el nido. Ambos padres alimentan a sus polluelos por regurgitación. Gradualmente los polluelos se van volviendo más independientes, y a los cuarenta a cuarenta y tres días de nacer abandonan el nido, alimentándose en las aguas cercanas, los padres a menudo les llaman para guiarlos a las buenas zonas de alimentación, y en pocos días los jóvenes se alejan del nido para alimentarse, aunque durante algunas semanas regresan al árbol donde nacieron para dormir.
Sinónimo: Theristicus caerulescens (Vieillot, 1817)
15-Septiembre-2021.
Cautividad. Europa, Austria, Viena, Innere Stadt, Museo de Historia Natural de Viena.
Coordenadas: 48°12′18″N, 16°21′34″E.
Leg: Isidro Martínez. Det: Isidro Martínez.
Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Chordata.
Clase: Aves.
Orden: Ciconiiformes.
Suborden: Threskiornithes.
Familia: Threskiornithidae.
Subfamilia: Threskiornithinae.
Género: Harpiprion.
Especie: Harpiprion caerulescens.
La bandurria mora es la única especie del género Harpiprion. Es un ibis grande, con entre setenta y uno y setenta y siete centímetros de longitud. Ambos sexos son similares, aunque la hembra es algo más pequeña que el macho. Es fácil de reconocer por su plumaje gris (a veces gris azulado, gris verdoso o gris parduzco) y su larga y densa cresta caída hacia atrás formada por finas plumas que cuelgan en la zona de la nuca. Alrededor de la frente posee una estrecha banda blanca. Los ojos son naranjas brillantes, con un tenue halo más pálido alrededor de la pupila. Su pico es largo, fino y curvado, de color negro, de doce a dieciséis centímetros de longitud, más largo en los machos que en las hembras, y el borde de las mandíbulas es aserrado. El cuello es relativamente grueso en comparación con otras especies de ibis. Las plumas dorsales están moteadas de pardo, por lo que la parte superior del ave parece más oscura que la parte inferior. Las alas miden de treinta y seis a cuarenta y cinco centímetros de longitud, siendo algo más largas en los machos que en las hembras, las rémiges son de color pardo oscuro a negro. La cola está formada por rectrices marrones oscuras o negras, con un leve brillo bronceado verdoso metálico. Las patas son de color anaranjado rosado, volviéndose más negruzcas durante la temporada reproductiva. Los ejemplares juveniles se diferencian de los adultos por sus ojos oscuros, patas grises, cresta poco desarrollada, frente con mayor extensión de blanco y algunos parches de piel desnuda roja.
Se distribuye por el centro de Sudamérica, desde el sudoeste de Brasil hasta el nordeste de Argentina, con una población aislada en el norte de Bolivia. Habita en las zonas pantanosas subtropicales del Pantanal y el Chaco, desde el nivel del mar hasta los seiscientos metros de altitud. Suele pasar su tiempo caminando sobre las aguas someras de pantanos, marismas, lagunas, pastizales inundados, estanques y arrozales, pero vuela a las ramas de árboles cercanos para descansar. Se alimenta de caracoles acuáticos, bivalvos, cangrejos, ranas y peces. En invierno, cuando la comida es más escasa, puede reunirse en bandadas para alimentarse en común, pero por lo general es un ave solitaria o se mantiene en parejas. Ni siquiera forma colonias para anidar, a diferencia de la mayor parte de los ibis. La temporada reproductiva tiene lugar de marzo a octubre, en zonas con arbolado disperso. El cortejo es sencillo, uno de los dos miembros emite sonidos desde una rama, llamando a su potencial pareja, una vez juntos, ambos individuos picotean la corteza de la rama en que están posados, y luego el macho hunde su pico en el plumaje de la hembra, justo antes de la cópula. Ambos padres construyen el nido con ramas y palos, situándolo en ramas horizontales que asomen por encima del agua, a entre diez y veinte metros sobre su superficie. El nido, por lo general reutilizado por la misma pareja todos los años, tiene forma de plataforma y mide medio metro de anchura y la mitad de altura, el hueco interno mide unos veinte centímetros de profundidad y en él la hembra pone dos o tres huevos de color gris verdoso pálido, que son incubados durante veintiocho días. A veces, la hembra produce una nueva nidada cuando las crías de la anterior aún no se han desarrollado lo bastante como para abandonar el nido, por lo que es fácil ver huevos y polluelos en diversos grados de desarrollo en un mismo nido. En los primeros diez días de vida de los polluelos, siempre uno de sus padres se queda en el nido. Ambos padres alimentan a sus polluelos por regurgitación. Gradualmente los polluelos se van volviendo más independientes, y a los cuarenta a cuarenta y tres días de nacer abandonan el nido, alimentándose en las aguas cercanas, los padres a menudo les llaman para guiarlos a las buenas zonas de alimentación, y en pocos días los jóvenes se alejan del nido para alimentarse, aunque durante algunas semanas regresan al árbol donde nacieron para dormir.
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