Eudicella hornimani
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Eudicella hornimani
Eudicella hornimani (Bates, 1877) ssp. ruficeps (Kolbe, 1884)
Sinónimo: Cyprolais hornimani (Bates, 1877)
28-Septiembre-2018.
Cautividad. Bélgica, Bruselas, Parque Leopoldo, Real Instituto Belga de Ciencias Naturales.
Leg: Isidro Martínez. Det: Real Instituto Belga de Ciencias Naturales (como Cyprolais horniman ruficepsi).
Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Arthropoda.
Clase: Insecta.
Orden: Coleoptera.
Suborden: Polyphaga.
Superfamilia: Scarabaeoidea.
Familia: Cetoniidae.
Subfamilia: Cetoniinae.
Género: Eudicella.
Subgénero: Cyprolais.
Especie: Eudicella hornimani.
Es un hermoso escarabajo de entre dos y medio y cuatro centímetros de longitud. Presenta, como las demás especies del género, un dimorfismo sexual acusado, particularmente en lo que respecta a la forma de su cabeza. En el macho, la cabeza posee un clípeo prolongado en una placa subrectangular, de borde frontal truncado y hendido en cuyo centro sale un pequeño apédice con forma de T curvado hacia arriba, aunque mucho más pequeño que los grandes apéndices con forma de T o de Y que poseen los machos de otras especies de Eudicella. La hembra, en cambio, posee el clípeo entre rectangular y espatulado, bastante grande, de esquinas mucho más romas, y sin ninguna protuberancia en el borde frontal. Además de la muy marcada diferencia en la cabeza, también hay diferencias en las tibias anteriores: en el macho, éstas carecen de dientes y son algo más alargadas, las tibias anteriores de la hembra son más cortas y anchas y poseen tres dientes en su borde externo. En el resto de características físicas, ambos sexos son prácticamente iguales. La cabeza es de color cobrizo intenso, contrastando mucho con el resto del animal. El pronoto es abombado, subtrapezoidal, de color verde extremadamente brillante, con un brillo reflectante muy curioso. El escutelo es muy grande, triangular y del mismo color que el pronoto. Los élitros, fuertemente estrechados hacia atrás, poseen amplias bandas longitudinales del mismo color verde reflectante que el pronoto: una a lo largo de la sutura, y una aislada a lo largo de cada élitro, desde el callo humeral hasta cerca del ápice, esta banda puede estar reducida a un par de manchas (una en cada extremo). El resto del élitro es de color crema o amarillento, pero cubierto a la vez por un brillo metálico verde intenso. Las patas son de color verde metálico, con los fémures cobrizos, a veces también las tibias pueden verse cobrizas según el ángulo de incidencia de la luz, al menos y especialmente las tibias posteriores.
Este insecto se reparte ampliamente por África tropical, tanto en su parte oriental como occidental, donde habita en las junglas tropicales. Los imagos son de actividad diurna y acuden principalmente a las frutas pasadas o en descomposición y las heridas rezumantes de savia en troncos de árboles, para alimentarse de ellas, aunque también acuden a las flores ricas en néctar y polen. Los machos pueden luchar entre sí por la posesión de las hembras o del alimento. Tarda entre seis y diez meses en completar el ciclo desde huevo hasta adulto. Las larvas se alimentan de madera podrida y hojarasca en descomposición. El nivel de canibalismo de sus larvas es muy reducido en comparación con la mayoría de cetónidos, prácticamente nulo.
Sinónimo: Cyprolais hornimani (Bates, 1877)
28-Septiembre-2018.
Cautividad. Bélgica, Bruselas, Parque Leopoldo, Real Instituto Belga de Ciencias Naturales.
Leg: Isidro Martínez. Det: Real Instituto Belga de Ciencias Naturales (como Cyprolais horniman ruficepsi).
Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Arthropoda.
Clase: Insecta.
Orden: Coleoptera.
Suborden: Polyphaga.
Superfamilia: Scarabaeoidea.
Familia: Cetoniidae.
Subfamilia: Cetoniinae.
Género: Eudicella.
Subgénero: Cyprolais.
Especie: Eudicella hornimani.
Es un hermoso escarabajo de entre dos y medio y cuatro centímetros de longitud. Presenta, como las demás especies del género, un dimorfismo sexual acusado, particularmente en lo que respecta a la forma de su cabeza. En el macho, la cabeza posee un clípeo prolongado en una placa subrectangular, de borde frontal truncado y hendido en cuyo centro sale un pequeño apédice con forma de T curvado hacia arriba, aunque mucho más pequeño que los grandes apéndices con forma de T o de Y que poseen los machos de otras especies de Eudicella. La hembra, en cambio, posee el clípeo entre rectangular y espatulado, bastante grande, de esquinas mucho más romas, y sin ninguna protuberancia en el borde frontal. Además de la muy marcada diferencia en la cabeza, también hay diferencias en las tibias anteriores: en el macho, éstas carecen de dientes y son algo más alargadas, las tibias anteriores de la hembra son más cortas y anchas y poseen tres dientes en su borde externo. En el resto de características físicas, ambos sexos son prácticamente iguales. La cabeza es de color cobrizo intenso, contrastando mucho con el resto del animal. El pronoto es abombado, subtrapezoidal, de color verde extremadamente brillante, con un brillo reflectante muy curioso. El escutelo es muy grande, triangular y del mismo color que el pronoto. Los élitros, fuertemente estrechados hacia atrás, poseen amplias bandas longitudinales del mismo color verde reflectante que el pronoto: una a lo largo de la sutura, y una aislada a lo largo de cada élitro, desde el callo humeral hasta cerca del ápice, esta banda puede estar reducida a un par de manchas (una en cada extremo). El resto del élitro es de color crema o amarillento, pero cubierto a la vez por un brillo metálico verde intenso. Las patas son de color verde metálico, con los fémures cobrizos, a veces también las tibias pueden verse cobrizas según el ángulo de incidencia de la luz, al menos y especialmente las tibias posteriores.
Este insecto se reparte ampliamente por África tropical, tanto en su parte oriental como occidental, donde habita en las junglas tropicales. Los imagos son de actividad diurna y acuden principalmente a las frutas pasadas o en descomposición y las heridas rezumantes de savia en troncos de árboles, para alimentarse de ellas, aunque también acuden a las flores ricas en néctar y polen. Los machos pueden luchar entre sí por la posesión de las hembras o del alimento. Tarda entre seis y diez meses en completar el ciclo desde huevo hasta adulto. Las larvas se alimentan de madera podrida y hojarasca en descomposición. El nivel de canibalismo de sus larvas es muy reducido en comparación con la mayoría de cetónidos, prácticamente nulo.
Isidro- Admin
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