Bombus pratorum

Bombus pratorum (Linnaeus, 1767)

11-Octubre-2014.
Europa, España, Aragón, Zaragoza, Aranda, Sierra del Moncayo, Purujosa, en el borde de un camino.
Leg: Isidro Martínez. Det: Leopoldo Castro.

Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Arthropoda.
Clase: Insecta.
Orden: Hymenoptera.
Suborden: Apocrita.
Superfamilia: Apoidea.
Familia: Apidae.
Subfamilia: Apinae.
Género: Bombus.
Subgénero: Pyrobombus.
Especie: Bombus pratorum.

Este es un abejorro que posee una llamativa coloración negra con dos bandas amarillas y una rojo anaranjada. La primera banda amarilla se sitúa en la parte frontal del tórax, y aunque es un poco más ancha en los machos, suele ser similar en todas las castas. La segunda banda ocupa el primer terguito del abdomen en las hembras y los dos primeros en los machos: de las hembras, la reina la tiene bien marcada pero en las obreras suele estar poco definida o casi ausente. La banda de pelos rojo anaranjados se sitúa en el extremo del abdomen y es igual en las tres castas. Es una especie bastante pequeña: la reina, que es la de mayor tamaño, mide entre quince y diecisiete milímetros de longitud, la obrera de diez a catorce milímetros y el macho de once a trece milímetros. En todas las castas, la cabeza es redondeada, y la glosa o lengua es bastante corta.

Tiene una amplia distribución en la mayor parte de Europa y partes de Asia, desde el norte de Turquía hasta Siberia, volviéndose raro en el sur de Europa. Se puede encontrar en todo tipo de hábitats, como campos, parques, matorrales y bosques claros. Vuela muy tempranamente, generalmente de febrero a julio. Una segunda generación no es rara en climas lo bastante cálidos, e incluso se han dado tres generaciones anuales, a menudo ocupando nidos ya existentes. Los nidos duran menos tiempo que los de otros abejorros, en promedio unas catorce semanas. Sus colonias no suelen superar el centenar de individuos. Junto con Bombus hortorum, este abejorro lleva cierta fama de anidar en lugares insólitos, siendo sus preferidos las cajas nido para pequeños pájaros. Almacena el polen en celdas destinadas específicamente para ello, en lugar de en bolsillos de las celdas de las larvas. Debido a su corta lengua, evita libar de flores tubulares profundas. Una vez los machos han salido de su nido, no regresan jamás, y se dedican a patrullar el territorio buscando afanosamente una hembra recién emergida con la que copular, a la cual seducirá con feromonas. Durante la noche descansan en alguna flor y no es raro que elijan la misma flor noche tras noche. En cuanto la temperatura del día les permite moverse, trepan a la flor y liban su néctar para obtener la energía necesaria para continuar con su vuelo en busca de hembras.