Cassida hyalina

Cassida hyalina Weise, 1891

20-Julio-2008.
Europa, España, Aragón, Huesca, Pirineos, Alto Gállego, Caldearenas, Anzánigo.
Leg: Isidro Martínez. Det: Fernando Murria.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Arthropoda.
Clase: Insecta.
Orden: Coleoptera.
Suborden: Polyphaga.
Superfamilia: Chrysomeloidea.
Familia: Chrysomelidae.
Subfamilia: Cassidinae.
Género: Cassida.
Especie: Cassida hyalina.

Esta especie de escarabajo tortuga mide entre seis y nueve y medio milímetros de longitud corporal. Es de color verde, presentando marcas azulado-doradas brillantes en los élitros. Esto la asemeja a Cassida corallina, que es una especie de menor tamaño, pero las marcas metálicas forman en la presente especie manchas más alargadas y ordenadas, menos definidas. La sutura elitral está marcada de un tono más oscuro y la base de los élitros está estrechamente orlada de oscuro. Los élitros están recorridos cada uno por tres costillas amplias y poco prominentes pero bien marcadas. Las expansiones laterales de los élitros son más amplias que en Cassida corallina. A diferencia de muchas Cassida, la cara ventral del insecto es de color verde claro, y tan sólo la cabeza es negra. Los ejemplares tenerales (que han salido hace poco de la crisálida) no presentan manchas metálicas en los élitros, y en cambio presentan, como todos los tenerales de Cassida, dos áreas amarillentas claras en el pronoto. Los tenerales tienen, además, las costillas elitrales mucho menos evidentes que los individuos maduros. La larva es de color verdoso salpicada de zonas amarillentas, con espinas ramificadas de color oliváceo formando una orla alrededor del cuerpo. El abdomen termina en un par de apéndices largos (furca) de color pardo, más cortos que la mitad de la longitud del cuerpo. La crisálida es verde clara u olivácea, con zonas amarillentas en el centro del pronoto.

Es un endemismo ibérico que se reparte por la mitad oriental de España, repartiéndose desde el Pirineo hasta Sierra Nevada. Se alimenta solamente de Santolina spp, planta en la que larvas y adultos viven libremente sobre el follaje y las flores. Algunas fuentes mencionan que las larvas, crisálidas e imagos se hallan siempre sobre las cabezuelas florales de esta planta, sin embargo, ello puede deverse a que las que quedan ocultas entre el follaje son mucho más difíciles de detectar y pasan inadvertidas. La larva acarrea, sujeta en los apéndices posteriores, una masa hecha con sus propios excrementos acumulados y sus viejas exuvias, y utiliza esta masa como escudo, curvándola sobre su cuerpo y contribuyendo así a un eficaz camuflaje. Inverna como imago.

Adulto teneral (Anzánigo):


Larva (Sabiñánigo):