Carya laciniosa

Carya laciniosa (F. Michaux, 1811) Loudon, 1830

20-Agosto-2011.
Cautividad. Europa, Alemania, Berlín, Botanischer Garten Berlin.
Leg: Isidro Martínez. Det: Botánico de Berlín.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Plantae.
Filum: Spermatophyta.
Clase: Magnoiopsida.
Orden: Fagales.
Familia: Juglandaceae.
Género: Carya.
Especie: Carya laciniosa.


Es un árbol caduficolio longevo y de lento crecimiento, que puede alcanzar hasta treinta y siete metros de altura, con un tronco alto y recto de hasta un metro y diecisiete centímetros de diámetro en el mayor ejemplar registrado, y una copa de hasta veintidós metros y medio de extensión. Su corteza es gris, al principio lisa, pero en los árboles maduros se desprende en largas tiras. Las ramas más bajas tienen una tendencia a ser colgantes, y las ramillas desnudas son de color pardo, con lenticelas naranjas. Las ramillas recién brotadas son tomentosas, pero se vuelven glabras a lo largo del año. Presenta hojas alternas, imparipinnadas, con entre cinco y nueve foliolos (normalmente siete), los cuales son sésiles (salvo el terminal), de hasta nueve centímetros de longitud, de color verde oscuro, lanceolados, con la base truncada, el margen finamente dentado y el ápice agudo. El follaje otoñal es amarillo o pardo dorado, y los raquis de las hojas a menudo persisten en el árbol durante el invierno, una vez que los foliolos han caído. Es monoico y florece en abril y mayo, con flores inconspicuas verdosas, las masculinas dispuestas en amentos colgantes estrechamente cilíndricos (generalmente en grupos de tres amentos), constando cada flor de un cáliz verde y de tres a diez cortos estambres. Cada flor masculina queda parcialmente tapada por una bráctea verde y peluda cuyos bordes se prolongan en largos lóbulos o lacinias, de ahí el epíteto de la especie, laciniosa. Las flores femeninas se disponen en cortas espigas erectas, las cuales a su vez se reúnen en grupos de dos a seis, en las mismas ramas que las masculinas. Cada flor femenina consta de un cáliz corto y un pistilo con entre dos y cuatro estilos exertos. Produce frutos ovalados, de cáscara muy gruesa, verde, que se abre en cuatro valvas al madurar en otoño. En su interior se halla la semilla o nuez, comestible y dulce, de cáscara marrón, lisa y dura. Sus nueces son los de mayor tamaño del género, con hasta cinco centímetros de longitud.

Es endémico de la parte centro-oriental de Estados Unidos, desde el oeste de Nueva York hasta el sudeste de Iowa, por el sur hasta el norte de Oklahoma. Sus mejores poblaciones se hallan en el tramo inferior de la cuenca del río Ohio y a lo largo del río Misisipí hasta el centro de Arkansas. Crece en suelos fértiles, profundos y húmedos, especialmente en llanuras de inundación, y no tolera los suelos fuertemente arcillosos. Requiere mayor humedad edáfica que otras especies de Carya. Es un árbol de enorme importancia ecológica, de sus hojas se alimentan gran variedad de especies de polillas y mariposas en su fase larvaria y dos especies de escarabajos, su savia es succionada por numerosas especies de hemípteros, y de su madera dependen varias especies de escarabajos longicornes. Tantos insectos atraen a aves insectívoras, especialmente picamaderos que buscan las larvas de los escarabajos longicornes. Las nueces son un alimento esencial para gran variedad de vertebrados, incluyendo patos, pavos, faisanes, colines, pájaros carpinteros y trepadores, ardillas de numerosas especies, osos, zorros, mapaches y ratones. También numerosas aves y ardillas usan este árbol como lugar para anidar. Las tiras de corteza suelta del tronco son invernáculos ideales para innumerables especies de insectos y también algunos murciélagos. La savia de la especie es dulce y puede utilizarse para elaborar siropes.