Carlina diae

Carlina diae (K. H. Rechinger, 1943) Meusel et Kästner, 1972

1-Mayo-2011.
Cautividad. Europa, España, Cataluña, Barcelona, Montjuic, Jardín Botánico de Barcelona.
Leg: Isidro Martínez. Det: Botánico de Barcelona.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Plantae.
Filum: Spermatophyta.
Clase: Magnoliopsida.
Orden: Asterales.
Familia: Asteraceae.
Subfamilia: Carduoideae.
Género: Carlina.
Subgénero: Lyrolepis.
Especie: Carlina diae.

Es una planta planta sufruticosa y muy ramificada, leñosa en su base. Tiene un aspecto muy unusual para una Carlina, con hojas muy glaucas y suaves, enteras y lanceoladas, sin lóbulos ni espinas y de tan sólo entre cinco y ocho centímetros de longitud. Del centro de la planta emerge un largo y esbelto tallo floral erecto, de entre cuarenta y sesenta centímetros de altura, que culmina en entre una y cuatro cabezuelas florales aplanadas, de color amarillo vivo, caca una de entre uno y medio y tres y medio centímetros de diámetro. El involucro de la cabezuela está formado por varias series de brácteas, las externas de uno a uno y medio centímetros de longitud, foliáceas y enteras o lobuladas, mientras que las más internas o superiores forman un círculo que irradia alrededor del disco asemejándose a lígulas, de las cuales carece la planta. El disco floral, rodeado por dichas brácteas petaloides, está formado por flores tubulares amarillas. Los frutos son aquenios provistos de un vilano de pelos plumosos de color pajizo.

Esta escasísima planta en peligro de extinción es endémica de una pequeñísima zona de Creta y algunos minúsculos islotes cercanos. La subespecie nominal es endémica del islote de Nisos Dia, que le ha dado su epíteto específica diae. Habita en zonas rocosas cercanas a la costa. Es una reliquia del Terciario de gran valor científico. Tuvo una abundante población gracias a la protección estricta y conversión de dicho islote en una reserva natural, pero más tarde, la itroducción del íbice de Creta en la isla en 1958, supuso un duro golpe para esta planta, de la que se llegaron a contabilizar sólo 3 ejemplares en sitios poco accesibles en toda la isla, aunque seguramente hubiese más en otros lugares inaccesibles. En los islotes donde habita la otra subespecie, que están habitados por humanos, las cabras domésticas también amenazan su supervivencia.

Como ya mencionas, tiene un aspecto inusual para su género. Tras quedar aislada en la isla la desaparición de algunos de sus depredadores tal vez propiciaría que se convirtiese en una planta más blanda y menos espinosa.