Ariocarpus kotschoubeyanus

Ariocarpus kotschoubeyanus Lemaire, 1842

18-Marzo-2011.
Cautividad. Europa, España, Aragón, Zaragoza, cultivada en mi terraza.
Leg: Isidro Martínez. Det: Valerie Fuller.

Dominio: Eukaryota.
Reino: Plantae
Filum: Spermatophyta.
Clase: Magnoliopsida.
Orden: Caryophyllales.
Familia: Cactaceae.
Subfamilia: Cactoideae.
Género: Ariocarpus.
Especie: Ariocarpus kotschoubeyanus.

Este cactus nace de una gruesa raíz napiforme, y su parte aérea mide tan sólo cinco centímetros de altura, permaneciendo además semienterrada en la mayor parte de los casos. Su crecimiento es muy lento y suele ser una planta solitaria, aunque los ejemplares más viejos a veces se amacollan formando grupos. Los tubérculos son rígidos, muy alargados, triangulares, de menos de un centímetro de anchura y de grosor, con la parte superior plana de hasta un centímetro de longitud, provista de un surco longitudinal de hasta tres milímetros de anchura, lleno de lana blanca. Da unas flores de color rosa o rojo (raramente blanco) de hasta cinco centímetros de diámetro y dos y medio de altura, que nacen en el centro del tallo (en la axila de los tubérculos más jóvenes), rodeada de lanosidad blanquecina. Las flores son diurnas y duran tres o cuatro días. Florece a partir de mediados de septiembre. El fruto es de color blanco a verde y contiene numerosas semillas.

Es endémica de México, donde se distribuye ampliamente desde el centro de Coahuila hasta el norte de Querétaro. Habita en llanuras y colinas de suelos calizos yesosos, a entre mil y mil cuatrocientos metros de altitud. Es una especie muy delicada, que vive en suelos casi minerales, donde su parte superior, muy aplanada, queda a ras de suelo. El Barón Karwinsky, que introdujo por primera vez esta especie en Europa, regaló algunos ejemplares de este cactus al Príncipe Kotschoubey, a quien está dedicada la especie. La planta es tóxica/alucinógena y debido a su lento crecimiento y regeneración y a la colecta ilegal de ejemplares para coleccionistas, se considera como Casi Amenazada y está estrictamente protegida.

Me encanta esta especie, lástima que al crecer disminuyan sus notables platíclados. Si se te muriera el ejemplar ni se te ocurra tirarlo!!

Por cierto, ¿no tendrás alguna Leuchtenbergia en tu colección de plantas vivas?, también posee unas grandes expansiones con forma de hoja.

Sí, tengo Leuchtenbergia principis viva desde hace la tira de años. La compré nada menos que en una floristería, y no la he vuelto a ver salvo en colecciones particulares.
Te guardo dos cactus muertos secos. Uno debido a su estructura y cubierta de espinas, casi no se nota que está muerto y seco (un Echinocereus rigidissimus). El otro es una Mammillaria glassii, que de lejos también da el pego.
El Ariocarpus me gusta más ahora Con esa melena de tubérculos largos y desordenados más parecía un A. agavoides que un A. kotschoubeyanus.