Ampulex sibirica
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Ampulex sibirica
Ampulex sibirica (Fabricius, 1793)
Sinónimo: Ampulex compressiventris Guérin-Méneville, 1835
10-Septiembre-2021.
Cautividad. Europa, Austria, Viena, Innere Stadt, Museo de Historia Natural de Viena.
Coordenadas: 48°12′18″N, 16°21′34″E.
Leg: Isidro Martínez. Det: Naturhistorisches Museum Wien (como Ampulex compressiventris).
Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Arthropoda.
Clase: Insecta.
Orden: Hymenoptera.
Suborden: Apocrita.
Superfamilia: Sphecoidea.
Familia: Ampulicidae.
Subfamilia: Ampulicinae.
Género: Ampulex.
Especie: Ampulex sibirica.
Esta es una hermosa especie de avispa de unos veintidós milímetros de longitud corporal, con un cuerpo de color metálico, que reluce como acero bruñido con tonos verdes en la cabeza y la parte anterior del tórax, y azules en el resto del cuerpo. La cabeza posee ojos grandes, enteros, y antenas largas, situadas muy abajo en la cara, las de los machos con trece segmentos y las de las hembras con doce. El clípeo, al menos en la hembra, tiene forma de pico. La glosa es corta, no mucho más larga que ancha. Las mandíbulas de la hembra se curvan hacia arriba. El pronoto es largo y estrecho, cónico-acampanado, formando una especie de cuello. Posee un tubérculo en el margen posterior del collar pronotal, el cual es más largo que ancho. El mesonoto es voluminoso y forma la mayor parte del tórax. El abdomen es ligeramente más corto que el tórax, con el peciolo tan largo como las coxas posteriores. El ápice abdominal de la hembra está muy comprimido lateralmente. Sus alas son transparentes, algo ahumadas. Posee tres celdas submarginales en el ala anterior, y el ápice de la celda marginal es truncado. Sus patas son de color azul metálico, no rojizas como en la mucho más conocida A. compressa. Posee dos espolones en las tibias del segundo par de patas.
A pesar de su epíteto específico sibirica, que hace referencia a Siberia (de donde Fabricius creyó que era originaria), esta especie es propia del África subsahariana, desde Senegal y Tanzania hasta Sudáfrica. Abunda especialmente en África Occidental. Es una especie bastante común, y puede estar ligada a medios antrópicos. Como probablemente todas las especies de su género, esta avispa es parasitoide de las cucarachas, y puede penetrar en las viviendas humanas en su búsqueda. Las cucarachas pueden percibir a distancia la presencia de la avispa, quizás detectando la especial vibración de sus alas al volar, y huyen despavoridas, pero la avispa es más rápida y se lanza sobre la presa que haya seleccionado. La hembra fecundada de este himenóptero paraliza con su aguijón a una cucaracha cuando la encuentra. Con su doble picadura consecutiva, la avispa inhibe el comportamiento de escape de la cucaracha, pero su veneno no afecta a su capacidad locomotora. De esta manera, la avispa arrastra a la cucaracha por una antena y ésta la sigue dócilmente hasta su propia tumba. No excava nido alguno pero aprovecha las grietas y oquedades que encuentra, incluyendo estructuras artificiales humanas: embalajes, libros, e incluso la cerradura de una puerta. Una vez asegurada su presa, la avispa pone un huevo en ella, y a continuación procede a envolver a la cucaracha con virutas o trozos de material blando y seco, tales como trozos de papel. La larva resultante se alimentará de los órganos internos de la cucaracha, estando ésta aún viva.
Sinónimo: Ampulex compressiventris Guérin-Méneville, 1835
10-Septiembre-2021.
Cautividad. Europa, Austria, Viena, Innere Stadt, Museo de Historia Natural de Viena.
Coordenadas: 48°12′18″N, 16°21′34″E.
Leg: Isidro Martínez. Det: Naturhistorisches Museum Wien (como Ampulex compressiventris).
Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Arthropoda.
Clase: Insecta.
Orden: Hymenoptera.
Suborden: Apocrita.
Superfamilia: Sphecoidea.
Familia: Ampulicidae.
Subfamilia: Ampulicinae.
Género: Ampulex.
Especie: Ampulex sibirica.
Esta es una hermosa especie de avispa de unos veintidós milímetros de longitud corporal, con un cuerpo de color metálico, que reluce como acero bruñido con tonos verdes en la cabeza y la parte anterior del tórax, y azules en el resto del cuerpo. La cabeza posee ojos grandes, enteros, y antenas largas, situadas muy abajo en la cara, las de los machos con trece segmentos y las de las hembras con doce. El clípeo, al menos en la hembra, tiene forma de pico. La glosa es corta, no mucho más larga que ancha. Las mandíbulas de la hembra se curvan hacia arriba. El pronoto es largo y estrecho, cónico-acampanado, formando una especie de cuello. Posee un tubérculo en el margen posterior del collar pronotal, el cual es más largo que ancho. El mesonoto es voluminoso y forma la mayor parte del tórax. El abdomen es ligeramente más corto que el tórax, con el peciolo tan largo como las coxas posteriores. El ápice abdominal de la hembra está muy comprimido lateralmente. Sus alas son transparentes, algo ahumadas. Posee tres celdas submarginales en el ala anterior, y el ápice de la celda marginal es truncado. Sus patas son de color azul metálico, no rojizas como en la mucho más conocida A. compressa. Posee dos espolones en las tibias del segundo par de patas.
A pesar de su epíteto específico sibirica, que hace referencia a Siberia (de donde Fabricius creyó que era originaria), esta especie es propia del África subsahariana, desde Senegal y Tanzania hasta Sudáfrica. Abunda especialmente en África Occidental. Es una especie bastante común, y puede estar ligada a medios antrópicos. Como probablemente todas las especies de su género, esta avispa es parasitoide de las cucarachas, y puede penetrar en las viviendas humanas en su búsqueda. Las cucarachas pueden percibir a distancia la presencia de la avispa, quizás detectando la especial vibración de sus alas al volar, y huyen despavoridas, pero la avispa es más rápida y se lanza sobre la presa que haya seleccionado. La hembra fecundada de este himenóptero paraliza con su aguijón a una cucaracha cuando la encuentra. Con su doble picadura consecutiva, la avispa inhibe el comportamiento de escape de la cucaracha, pero su veneno no afecta a su capacidad locomotora. De esta manera, la avispa arrastra a la cucaracha por una antena y ésta la sigue dócilmente hasta su propia tumba. No excava nido alguno pero aprovecha las grietas y oquedades que encuentra, incluyendo estructuras artificiales humanas: embalajes, libros, e incluso la cerradura de una puerta. Una vez asegurada su presa, la avispa pone un huevo en ella, y a continuación procede a envolver a la cucaracha con virutas o trozos de material blando y seco, tales como trozos de papel. La larva resultante se alimentará de los órganos internos de la cucaracha, estando ésta aún viva.
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