Epitonium humphreysii

Epitonium humphreysii (Kiener, 1838)

1-Agosto-2019.
Cautividad. América, Norteamérica, Estados Unidos, Nueva Inglaterra, Nueva York, Manhattan, Museo Americano de Historia Natural, pasillo anejo a la Gran Galería.
Leg: Isidro Martínez. Det: American Museum of Natural History.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Mollusca.
Clase: Gastropoda.
Orden: Neotaenioglossa.
Superfamilia: Epitonioidea.
Familia: Epitoniidae.
Género: Epitonium.
Especie: Epitonium humphreysii.

Es un pequeño caracol marino que mide cuando es adulto entre doce y veinticuatro milímetros de longitud de concha. La concha es alargada, de color blanco, y consta de ocho o nueve vueltas. El ángulo de la espira es estrecho. Cada vuelta está provista de ocho o nueve gruesas costillas muy prominentes y diferenciadas. Estas costillas o varices son angulosas en su parte apical, igual que en Epitonium angulatum. Los espacios entre las costillas son lisos, y a veces con leves tintes parduzcos. La boca o peristoma es ovalada y con el labio externo grueso. El opéculo es marrón oscuro, casi negro, y opaco. El cuerpo del animal vivo es blanco. Los tentáculos oculares son finos y blancos, con los ojos negros y prominentes situados en su base.

Epitonium angulatum es muy parecida pero tiene una concha más robusta, de color blanco más puro y con costillas más finas, y su opérculo es de color ambarino y translúcido.

Aparece en el océano Atlántico occidental, desde Massachusetts en Estados Unidos hasta Brasil, si bien abunda mucho más en el Golfo de México y las costas de Florida. Habita desde el nivel de la superficie hasta los noventa y cinco metros de profundidad, sobre fondos arenosos o limosos. Es de movimientos lentos, y al desplazarse, extiende y contrae el pie a intervalos regulares, por lo que parece que su concha se mueve a "saltos". Es un caracol carnívoro especializado que se alimenta de anémonas marinas, consumiendo trocitos de sus tejidos blandos que raspa con su rádula especializada. Secreta una sustancia que se vuelve púrpura, y que posiblemente tenga algun efecto anestésico en las anémonas a las que ataca. Las hembras ponen sartas de huevos blanquecinos, a los que se adhieren granos e arena. Al eclosionar, los huevos dan lugar a larvas de vida libre, capaces de nadar. Se conocen fósiles suyos desde el Mioceno, hace once millones y medio de años, cuando la especie estaba más ampliamente distribuida que ahora, ya que llegaba hasta Argentina.