Callisia fragrans

Callisia fragrans (Lindley, 1840) Woodson, 1942

13-Octubre-2020.
Cautividad. Europa, España, Andalucía, Cádiz, Estación de Autobuses de Cádiz.
Leg: Isidro Martínez. Det: Isidro Martínez.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Plantae.
Filum: Spermatophyta.
Clase: Liliopsida.
Orden: Commelinales.
Familia: Commelinaceae.
Subfamilia: Commelinoideae.
Género: Callisia.
Especie: Callisia fragrans.

Es una planta perenne, por algunos considerada como una suculenta, que puede alcanzar hasta un metro de altura, o hasta un metro y medio cuando está en flor. Posee tallos cilíndricos carnosos, erectos, y otros estoloníferos que enraízan en los nudos. Esto le diferencia de otras especies de Callisia en las que todos los tallos son rastreros. Los tallos terminan en rosetas de hojas cerosas, lustrosas y de color verde brillante claro, de ocho a veintiocho centímetros de longitud y de dos y medio a cuatro y medio de anchura (mayores que las de cualquier otra especie de su género), con la base abrazadora formando una vaina de un centímetro alrededor del tallo, el margen entero, a menudo suavemente ondulado, y el ápice agudo. Con luz solar intensa, el envés de las hojas y los márgenes del haz se tiñen de violeta. Produce flores blancas, pequeñas y perfumadas, dispuestas en gran número en panículas terminales de unos treinta o cuarenta centímetros de longitud. Florece en invierno y a inicios de primavera. Cada flor posee tres pétalos caducos de unos cinco milímetros de longitud y seis estambres blancos, largamente exertos y muy vistosos por las expansiones a modo de amplias alas que presentan a lo largo de sus filamentos. El estilo, de cuatro milímetros de longitud, termina en un estigma plumoso. El fruto es una pequeña cápsula que se abre en tres valvas, cada una de las cuales contiene dos semillas.

Es originaria de México, pero siendo una especie popular como ornamental, ha escapado de cultivo y se ha naturalizado localmente en entornos urbanos de Norteamérica, las Indias Occidentales, Europa, Asia y las islas del Pacífico. En la isla de Santa Lucía constituye incluso una especie invasora. Sus hojas pueden ser masticadas en crudo para aliviar problemas digestivos, pero no se recomienda hacerlo sin antes consultar a un médico. En Armenia existen cultivos intensivos de esta especie para obtener sus extractos con fines medicinales, ya que tiene propiedades antibacterianas, antivirales y antioxidantes. Puede provocar dermatitis de contacto en los gatos.