Apogon chrysopomus

Apogon chrysopomus Bleeker, 1854
Sinónimo: Ostorhinchus chrysopomus (Bleeker, 1854)

15-Octubre-2020.
Cautividad. Europa, España, Andalucía, Sevilla, Acuario de Sevilla.
Leg: Isidro Martínez. Det: Isidro Martínez.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Chordata.
Clase: Osteichthyes.
Orden: Perciformes.
Suborden: Percoidei.
Superfamilia: Percoidea.
Familia: Apogonidae.
Subfamilia: Apogoninae.
Género: Apogon.
Subgénero: Ostorhinchus.
Especie: Apogon chrysopomus.

Es un pez cardenal de que de adulto mide entre siete y diez centímetros de longitud. Su cuerpo es de color crema, con dos finas rayas granates longitudinales a cada lado, una coincidiendo con la línea lateral y la otra cerca del dorso. Además posee pequeñas bandas de color azul eléctrico iridescente alrededor de los ojos y una desde el ojo hasta la punta del hocico, el morro y parte superior de la cabeza están difusamente teñidos de negruzco, posee manchas naranjas pequeñas de aspecto reticulado en el opérculo, y un pequeño punto negro en mitad del pedúnculo caudal. Posee dos aletas dorsales, la primera alta y corta, formada por siete radios duros (el primero mucho más corto que los siguientes), la segunda igual de alta pero más larga, que comienza por un radio duro al que siguen nueve radios blandos. La aleta anal, similar en su forma a la segunda dorsal aunque ligeramente más pequeña, posee dos radios duros y ocho radios blandos.

Es nativo del Indopacífico tropical, repartiéndose por las costas de Indonesia y Malasia, Nueva Guinea y las islas Salomón. Habita en los arrecifes coralinos, a entre dos y veinticinco metros de profundidad. Forma pequeños cardúmenes que permanecen descansando durante el día, alrededor de las masas de corales ramificados. Por la noche, se dispersan y nadan más lejos en busca del zooplancton, pequeños invertebrados y alevines que constituten su alimento. Curiosamente, su fecundación es interna, y a pesar de ello, como todos los peces cardenal, es un incubador bucal. La hembra expulsa los huevos ya fecundados a las pocas horas, y el macho los recoge en su boca y los incuba durante una semana, pasada la cual nacen las larvas. Los alevines nadan alrededor de la boca de su padre, refugiándose dentro de ella a la menor señal de alarma, hasta que se hacen lo suficientemente fuertes como para ir dispersándose. Los juveniles suelen refugiarse entre las largas espinas tóxicas de los erizos de mar para evitar a los depredadores.

Una imagen de mejor calidad tomada en el Haus des Meeres, Viena: