Apogon imberbis

Apogon imberbis (Linnaeus, 1758)

21-Agosto-2011.
Cautividad. Europa, Alemania, Berlín, Zoo-Aquarium de Berlín.
Leg: Isidro Martínez. Det: Zoo-Aquarium de Berlín.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Chordata.
Clase: Osteichthyes.
Orden: Perciformes.
Suborden: Percoidei.
Superfamilia: Percoidea.
Familia: Apogonidae.
Subfamilia: Apogoninae.
Género: Apogon.
Especie: Apogon imberbis.

El apagón o reyezuelo es un pez de hasta quince centímetros de longitud, con una gran cabeza y un cuerpo fino y afilado, su gran boca es protráctil y está provista de incontables pequeños y afilados dientecillos tanto en las mandíbulas como en el paladar y el vómer. El animal es de color naranja rojizo uniforme, con el gran ojo negro cruzado por dos finas líneas horizontales de color azul claro. La parte superior de la cabeza es de un tono algo más oscuro, y a menudo en el pedúnculo caudal aparecen dos o tres pequeños puntos oscuros, a veces incluso fusionados en uno solo. Las aletas son de un naranja translúcido, posee dos aletas dorsales, la primera formada por seis radios duros y la segunda, más grande, por un solo radio duro y nueve o diez radios blandos, y la aleta anal posee dos radios duros y ocho o nueve blandos. Los radios blancos de las aletas dorsal y anal están densamente ramificados. La aleta caudal es bilobulada.

Contrariamente a casi todas las especies de su familia, es una especie que habita en aguas templadas, ocupando todo el Mediterráneo y el Atlántico oriental desde el mar Cantábrico hasta el Golfo de Guinea y todas las costas macaronésicas. En verano es un pez de costa, fácil de ver al mismo nivel de la superficie, mientras que en invierno desciende a más de doscientos metros de profundidad. Es de actividad nocturna, pasando el día en cuevas submarinas, grietas y refugios oscuros que defienden con fiereza, aunque viven en grupos, teniendo cada individuo del grupo su propio agujero o escondrijo para pasar el día. Es un incubador bucal, siendo el macho el que se encarga de cuidar los huevos durante unos ocho días, cuando nacen los alevines, el padre los escupe y se desentiende de ellos. Permanece sin comer durante todo el tiempo que dura la incubación.