Aloe gariepensis

Aloe gariepensis Pillans, 1933

20-Julio-2006.
Cautividad. Europa, España, Aragón, Zaragoza, cultivada en mi terraza.
Leg: Isidro Martínez. Det: Isidro Martínez.

Dominio: Eukaryota.
Reino: Plantae
Filum: Spermatophyta.
Clase: Liliopsida.
Orden: Asparagales.
Familia: Xanthorrhoeaceae.
Subfamilia: Asphodeloideae.
Género: Aloe.
Especie: Aloe gariepensis.

Esta planta carnosa compacta tiene un porte variable que puede ir desde una pequeña roseta acaule hasta una gran planta de más de un metro sobre un tallo corto y erecto. Por lo general las rosetas son solitarias, aunque los grupos de rosetas no son raros. Las hojas, lanceoladas, se curvan hacia adentro, especialmente en condiciones de sequía. Tiene un bellísimo patrón de manchas claras con forma de H muy características, presentes en ambos lados de la hoja, aunque sólo se aprecian bien en plantas jóvenes. Las plantas maduras pierden casi todas las manchas del haz y sólo conservan las del envés. Los márgenes de la hoja están provistos de dientes duros, castaño-rojizos, de hasta tres milímetros de longitud. La inflorescencia, no ramificada, mide hasta un metro y veinte centímetros de longitud y termina en un racimo simple, erecto, estrechamente oblongo. La coloración de las flores abiertas es amarilla o verde amarillenta, pero antes de abrirse pueden ser de amarillas a rojas. Cuando los capullos son rojos, el contraste con las flores abiertas amarillas da a la inflorescencia un bonito efecto bicolor. Las largas brácteas florales cubren por completo los capullos más jóvenes. Florece de julio a septiembre, y las flores son polinizadas por suimangas, hormigas e insectos voladores.

Este Aloe vive en las regiones áridas de Sudáfrica y Namibia, donde está restringido a la cuenca del curso inferior del río Orange, también conocido como río Gariep. que le da su nombre gariepensis, desde Keimoes hasta la desembocadura. Este río marca la frontera entre Namibia y la provincia sudafricana del Cabo Norte. Puede encontrarse a entre ciento cincuenta y ochocientos metros de altitud, preferentemente en barrancos rocosos y laderas áridas muy empinadas, donde crece en grietas de rocas. A veces puede verse en condiciones tan duras que ninguna otra planta perenne puede convivir con él. Sus hojas y raíces son ocasionalmente consumidas por damanes roqueros (Procavia capensis) y saltarrocas (Oreotragus oreotragus). No es raro de encontrar en cultivo como ornamental.