Amblyrhynchus cristatus

Amblyrhynchus cristatus (‎Bell‎, 1825)

1-Agosto-2019.
Cautividad. América, Norteamérica, Estados Unidos, Nueva Inglaterra, Nueva York, Manhattan, Museo Americano de Historia Natural, sala Reptiles y Anfibios.
Leg: Isidro Martínez. Det: Isidro Martínez.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Chordata.
Clase: Sauropsida.
Orden: Squamata.
Suborden: Sauria.
Familia: Iguanidae.
Subfamilia: Iguaninae.
Género: Amblyrhynchus.
Especie: Amblyrhynchus cristatus.

La iguana marina es uno de los reptiles más conocidos y peculiares del mundo y la única especie de su género. Puede medir hasta un metro y cuarenta centímetros de longitud en el caso de los machos adultos, que son hasta el doble de grandes que las hembras adultas. De esta longitud, hasta cincuenta y seis centímetros corresponden a la cabeza y cuerpo, y hasta ochenta y cuatro a la cola. El peso de un macho adulto puede alcanzar los quince kilos. El tamaño de este reptil es también muy variable dependiendo de las diferentes subespecies y poblaciones. Tiene un cuerpo grueso y patas robustas, relativamente cortas, provistas de garras largas y afiladas. Los adultos poseen una hilera de espinas dorsales extendiéndose desde la nuca hasta el dorso de la cola. Estas espinas son más largas en los machos que en las hembras. La forma de la cabeza es también muy característica, redonda y roma (Amblyrhynchus significa "hocico romo") y cubierta por curiosas escamas cónicas muy prominentes. Su cola está aplanada lateralmente, como adaptación para nadar mejor. Su piel es normalmente negra, en ocasiones gris, una adaptación para absorber rápidamente el calor del sol tras salir de las frías aguas. En la época de cría, sin embargo, los machos adultos pueden volverse muy coloridos, con un salpicado de rojo herrumbroso por el cuerpo y verde azulado pastel en la cabeza y patas. La coloración de cría sin embargo es muy variable dependiendo de las subespecies, en la mayoría de ellas los machos apenas cambian de color en esta época. Los juveniles poseen una banda dorsal clara sobre su piel oscura.

Es endémica de las Islas Galápagos, encontrándose repartida por todas las islas del archipiélago y dividiéndose en siete subespecies. Habita en las costas rocosas, y en raras ocasiones en playas o manglares. Es el único lagarto marino del mundo, dependiendo estrictamente del mar para vivir, ya que se alimenta exclusivamente de algas marinas, principalmente algas rojas. Los machos adultos bucean para ramonear las algas de las rocas sumergidas, pero las hembras y los juveniles deben esperar a que baje la marea para alimentarse de las algas que quedan al descubierto. Su dieta llena de agua salada hace que deban excretar el exceso de sal mediante unas glándulas nasales. Cuando no está alimentándose, la iguana marina suele pasar su tiempo asoleándose inmóvil en las rocas. Vive en colonias de entre veinte y más de mil ejemplares, que a menudo se amontonan unos sobre otros. A pesar de ser una especie muy abundante y no estar sujeta a ninguna perturbación humana, se considera como una especie Vulnerable a causa de catástrofes naturales (huracanes) y depredadores introducidos. La reproducción tiene lugar de diciembre a marzo. Las hembras seleccionan a los machos más grandes, los cuales agitan la cabeza verticalmente para cortejarlas. La cópula suele durar unos pocos minutos y durante la misma el macho muerde el cuello de la hembra para sujetarse. Un mes después, la hembra pone de uno a seis huevos blancos, coriáceos, de unos nueve centímetros de longitud y cuatro y medio de diámetro, que entierra en un nido excavado en la arena cerca de la línea costera. Las hembras pueden quedarse guardando el nido en caso de que la isla tenga pocos lugares arenosos excavables, para prevenir que otras hembras excaven en el mismo sitio; en caso contrario lo abandonan de inmediato. Los huevos eclosionan tres o cuatro meses después. Las crías recién nacidas miden de nueve y medio a trece centímetros de longitud corporal sin incluir la cola, y tan pronto como nacen deben correr rápidamente para encontrar refugio, perseguidos por numerosas hordas de culebras corredoras de las Galápagos, que dependen principalmente de las iguanas recién nacidas para alimentarse. Las hembras alcanzan la madurez sexual con entre tres y cinco años, y los machos con entre seis y ocho años. Pueden vivir hasta sesenta años, aunque normalmente no superan los doce.