Hebe cupressoides
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Hebe cupressoides
Hebe cupressoides (Hooker filius, 1864) Andersen, 1926
Sinónimo: Veronica cupressoides Hooker filius, 1864
20-Abril-2010.
Cautividad. Europa, España, Aragón, Zaragoza, Plaza Imperial, en venta en un vivero.
Leg: Isidro Martínez. Det: Isidro Martínez.
Dominio: Eukaryota.
Reino: Plantae.
Filum: Spermatophyta.
Clase: Magnoliopsida.
Orden: Lamiales.
Familia: Scrophulariaceae.
Subfamilia: Digitalidoideae.
Género: Hebe.
Subgénero: Leonohebe.
Especie: Hebe cupressoides.
Es un arbusto perennifolio de hasta tres metros de altura y algo menos de extensión, de porte erecto o redondeado según la variedad, compacto y muy densamente ramificado. Su tronco puede medir hasta seis centímetros de diámetro y está cubierto por una corteza rugosa de color gris muy oscuro, que se depsrende en pequeños copos. Las ramas son de erectas a extendidas, y las ramillas, incluyendo las hojas, miden de uno a tres y medio milímetros de diámetro. Sus reducidas hojas de color verde grisáceo, de estrechamente ovaladas a triangulares y de hasta dos milímetros de longitud y de anchura, se disponen por pares opuestos, unidos por su base abrazando el tallo, de manera que se asemejan al follaje de un ciprés (Cupressus), de ahí el nombre de cupressoides. Los entrenudos miden de uno y medio a seis y medio milímetros de longitud. Las hojas juveniles son de mayor tamaño y dentadas. El follaje de la forma erecta posee un aroma resinoso. De noviembre a febrero la planta se adorna con pequeñas espigas que nacen en las puntas de las ramas, de hasta cuatro centímetros de longitud, formadas por entre dos y veintidós flores sésiles de color lila (raramente blancas). Cada flor posee cuatro pétalos y dos estambres. Los frutos, que maduran de marzo a mayo, son cápsulas de hasta dos milímetros y medio de longitud y uno y medio de diámetro, que contienen semillas levemente aplanadas de color pardo pálido, de hasta un milímetro de longitud.
Esta especie es endémica de la Isla Sur de Nueva Zelanda, concretamente de la ladera oriental de los Alpes del Sur, donde crece en llanuras aluviales y terrazas, principalmente en la cuenca del río Mackenzie y el valle del Río Shotover, sobre suelos gravosos o rocosos, alcanzando hasta los mil quinientos metros de altitud. Su población se divide en diecinueve subpoblaciones y sólo cuatro de ellas superan el centenar de plantas maduras. Es una especie en peligro de extinción, catalogada como Amenazada. La introducción de cabras, conejos y otras plagas exóticas en Nueva Zelanda ha contribuido en gran medida a esta situación, además de la extensión de la agricultura, la competencia con plantas introducidas y el aumento de los incendios, ya que esta planta es extremadamente inflamable, incluso cuando está fresca. En jardinería suele verse principalmente en la forma de cultivares de porte mucho menor y más compacto que la especie silvestre.
Existen diversas especies similares de Hebe con follaje similar al de una conífera. Entre ellas destaca Hebe propinqua, que posee ramillas más gruesas, carece de color glauco y sus entrenudos son más cortos, también carece del aroma resinoso que normalmente posee H. cupressoides, y sus flores son blancas.
Sinónimo: Veronica cupressoides Hooker filius, 1864
20-Abril-2010.
Cautividad. Europa, España, Aragón, Zaragoza, Plaza Imperial, en venta en un vivero.
Leg: Isidro Martínez. Det: Isidro Martínez.
Dominio: Eukaryota.
Reino: Plantae.
Filum: Spermatophyta.
Clase: Magnoliopsida.
Orden: Lamiales.
Familia: Scrophulariaceae.
Subfamilia: Digitalidoideae.
Género: Hebe.
Subgénero: Leonohebe.
Especie: Hebe cupressoides.
Es un arbusto perennifolio de hasta tres metros de altura y algo menos de extensión, de porte erecto o redondeado según la variedad, compacto y muy densamente ramificado. Su tronco puede medir hasta seis centímetros de diámetro y está cubierto por una corteza rugosa de color gris muy oscuro, que se depsrende en pequeños copos. Las ramas son de erectas a extendidas, y las ramillas, incluyendo las hojas, miden de uno a tres y medio milímetros de diámetro. Sus reducidas hojas de color verde grisáceo, de estrechamente ovaladas a triangulares y de hasta dos milímetros de longitud y de anchura, se disponen por pares opuestos, unidos por su base abrazando el tallo, de manera que se asemejan al follaje de un ciprés (Cupressus), de ahí el nombre de cupressoides. Los entrenudos miden de uno y medio a seis y medio milímetros de longitud. Las hojas juveniles son de mayor tamaño y dentadas. El follaje de la forma erecta posee un aroma resinoso. De noviembre a febrero la planta se adorna con pequeñas espigas que nacen en las puntas de las ramas, de hasta cuatro centímetros de longitud, formadas por entre dos y veintidós flores sésiles de color lila (raramente blancas). Cada flor posee cuatro pétalos y dos estambres. Los frutos, que maduran de marzo a mayo, son cápsulas de hasta dos milímetros y medio de longitud y uno y medio de diámetro, que contienen semillas levemente aplanadas de color pardo pálido, de hasta un milímetro de longitud.
Esta especie es endémica de la Isla Sur de Nueva Zelanda, concretamente de la ladera oriental de los Alpes del Sur, donde crece en llanuras aluviales y terrazas, principalmente en la cuenca del río Mackenzie y el valle del Río Shotover, sobre suelos gravosos o rocosos, alcanzando hasta los mil quinientos metros de altitud. Su población se divide en diecinueve subpoblaciones y sólo cuatro de ellas superan el centenar de plantas maduras. Es una especie en peligro de extinción, catalogada como Amenazada. La introducción de cabras, conejos y otras plagas exóticas en Nueva Zelanda ha contribuido en gran medida a esta situación, además de la extensión de la agricultura, la competencia con plantas introducidas y el aumento de los incendios, ya que esta planta es extremadamente inflamable, incluso cuando está fresca. En jardinería suele verse principalmente en la forma de cultivares de porte mucho menor y más compacto que la especie silvestre.
Existen diversas especies similares de Hebe con follaje similar al de una conífera. Entre ellas destaca Hebe propinqua, que posee ramillas más gruesas, carece de color glauco y sus entrenudos son más cortos, también carece del aroma resinoso que normalmente posee H. cupressoides, y sus flores son blancas.
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