Apogon guadalupensis

Apogon guadalupensis (Osburn et Nichols, 1916)

12-Julio-2016.
Cautividad. América, Norteamérica, Estados Unidos, California, San Diego, La Jolla, Birch Aquarium.
Leg: Isidro Martínez. Det: Birch Aquarium.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Chordata.
Clase: Osteichthyes.
Orden: Perciformes.
Suborden: Percoidei.
Superfamilia: Percoidea.
Familia: Apogonidae.
Subfamilia: Apogoninae.
Género: Apogon.
Especie: Apogon guadalupensis.

El pez cardenal de Guadalupe alcanza hasta trece centímetros de longitud y posee un cuerpo oblongo y comprimido, con la coloración de anaranjada a rosa-dorada, con las aletas translúcidas. El hocico es corto, con dientes pequeños situados en el centro y los lados del paladar, y los ojos son grandes. El preopérculo es aserrado. La cabeza, torso y vientre suelen ser de tono amarillento y el resto del cuerpo de un lila pálido. Las escamas son de textura rugosa. Posee dos aletas dorsales, la primera formada por seis radios duros y la segunda por un radio duro al inicio y nueve radios blandos. La aleta anal posee dos radios duros a los que siguen ocho radios blandos. Las aletas pectorales poseen once o doce radios, todos ellos blandos. La aleta caudal tiene una forma truncada o levemente hendida y posee algunas escamas en la base. La línea lateral corre a lo largo de veinticinco escamas.

Apogon atricaudus es muy parecido pero se diferencia por poseer líneas negruzcas en la parte media de la primera aleta dorsal.

Esta especie está presente en el Pacífico Oriental, desde el sur de California (por el norte hasta la Isla de San Clemente) hasta el extremo sur de Baja California, y también se encuentra en las Islas Revillagigedos. Habita a entre nueve y treinta metros de profundidad, asociándose con arrecifes rocosos donde se refugia durante el día en cuevas y grietas rocosas, saliendo por la noche a zonas más abiertas y más profundas. Se alimenta principalmente de crustáceos planctónicos y pequeños peces. Como en todos los peces cardenal, los machos incuban los huevos en la boca, dejando de comer durante ese tiempo para no dañarlos, una vez han nacido los alevines, los expulsa de la boca y se desentiende de ellos, llevando los alevines una existencia pelágica.