Cerceris concinna

Cerceris concinna Brullé, 1839

28-Marzo-2015.
Europa, España, Islas Canarias, provincia de Santa Cruz, Tenerife, Santa Cruz de Tenerife, Playa de las Teresitas.
Coordenadas: 28°30′33″N, 16°11′08″O.
Leg: Isidro Martínez. Det: Isidro Martínez.

Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Arthropoda.
Clase: Insecta.
Orden: Hymenoptera.
Suborden: Apocrita.
Superfamilia: Sphecoidea.
Familia: Crabronidae.
Subfamilia: Philanthinae.
Género: Cerceris.
Especie: Cerceris concinna.

Esta es una llamativa avispa de curiosa coloración rojinegra. Los machos miden de diez a doce milímetros de longitud y las hembras de once a trece milímetros. Su cuerpo es negro, con las patas rojas en gran parte, la cara (clípeo) con manchas rojas, y dos bandas rojas en el abdomen, la primera continua, en el tercer segmento, y la segunda interrumpida en su parte media y situada en el quinto segmento, mientras que el segundo segmento posee en su base dos pequeños círculos rojos. Los sexos se pueden distinguir porque la hembra sólo tiene el ápice del ala de color ahumado, mientras que en el macho la porción ahumada es más extensa, también existen otras diferencias menores en los esternitos abdominales y en las antenas. Cerceris flaviventris es una especie con coloración muy parecida, pero no comparte su área de distribución.

Es endémica de las islas Canarias, donde está presente en todas las islas grandes excepto en Fuerteventura. Hasta el año 2002, se creía que era la única especie de este género presente en las islas Canarias, pero en ese año se encontraron tres hembras de la norteafricana Cerceris chlorotica en la isla de Fuerteventura. Cerceris concinna pertenece al llamado "grupo rybyensis", tipificado lógicamente por Cerceris rybyensis. Es una especie solitaria, como la mayor parte de las que componen este género. Las hembras fecundadas excavan un nido en suelos arenosos y lo llenan con pequeñas abejas paralizadas, como por ejemplo las del género Lasioglossum, que constituirán el alimento de sus futuras larvas. También pueden aprovechar una galería ya existente, y se han visto competiciones entre dos hembras por el derecho de posesión del nido. Muchos ejemplares de esta avispa portan ácaros del género Vidia, que podrían ser simbióticos.