Cerceris fumipennis

Cerceris fumipennis Say, 1837

30-Julio-2019.
América, Norteamérica, Estados Unidos, Nueva Inglaterra, Nueva York, Bronx, Jardín Botánico de Bronx.
Coordenadas: 40°51'41.91"N , 73°52'39.85"W.
Leg: Isidro Martínez. Det: Leopoldo Castro.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Arthropoda.
Clase: Insecta.
Orden: Hymenoptera.
Suborden: Apocrita.
Superfamilia: Sphecoidea.
Familia: Crabronidae.
Subfamilia: Philanthinae.
Género: Cerceris.
Especie: Cerceris fumipennis.

Es una avispa de gran tamaño para su género, de alrededor de un centímetro y medio de longitud, un tamaño similar al de una Vespula. Su cuerpo es predominantemente negro, con escasas marcas de color amarillo pálido. Entre ellas destaca sobre todo una banda amplia transversal en el abdomen, simple y conspicua. Las hembras poseen tres manchas rectangulares de color crema entre los ojos, la central situada en la base del clípeo, mientras que los machos poseen tan sólo dos manchas entre los ojos ya que el clípeo es totalmente negro, y estas manchas son triangulares, apuntando hacia el centro de la cara. Estas marcas faciales amarillas son únicas entre las avispas de la región donde habita, permitiendo una fácil identificación. Las alas son ahumadas oscuras (de ahí su nombre fumipennis), y poseen reflejos metálicos azulados.

Se distribuye por el este de Norteamérica, desde Ontario hasta Florida, y por el oeste hasta Texas. Anida en espacios abiertos, con suelos arenosos compactos rodeados por zonas boscosas con árboles muertos. Los imagos vuelan principalmente de junio a septiembre. Aunque es una avispa solitaria, los nidos se excavan en proximidad unos de otros, formando colonias. La entrada del nido queda rodeada por un pequeño montículo de tierra, de uno o dos centímetros de alto, y la galería que se abre en él conduce a entre cinco y veinticuatro celdas subterráneas. La hembra aprovisiona estas celdas con presas paralizadas en las que pondrá sus huevos. Es una especie especializada en la captura de escarabajos de la familia Buprestidae, a los que paraliza clavando el aguijón en la junta entre las coxas y el tórax. Tras poner el huevo, la avispa tapona la celda subterránea con entre tres y seis centímetros de tierra, para impedir que entre ningún intruso, y luego sigue su trabajo en la siguiente celda del mismo nido, hasta que ha completado todas con presas y huevos y sus correspondientes tapones de tierra. Cuando nazcan los huevos de la avispa, sus larvas se alimentarán de los bupréstidos paralizados. Esta avispa se usa en el control biológico de Agrilus planipennis, un bupréstido que puede formar graves plagas en los fresnos, llegando a matarlos.