Acanthaclisis occitanica

Acanthaclisis occitanica (Villers, 1789)

4-Agosto-2015.
Cautividad. Europa, España, Aragón, Zaragoza, Ribera Baja del Ebro, Pina de Ebro, en una colección particular. Ejemplares recolectados en San Caprasio (Sierra de Alcubierre, Monegros, Aragón) el 29 de agosto de 1997.
Leg: Javier Blasco Zumeta. Det: Javier Blasco Zumeta.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Arthropoda.
Clase: Insecta.
Orden: Neuroptera.
Suborden: Planipennia.
Superfamilia: Myrmeleontoidea.
Familia: Myrmeleontidae.
Subfamilia: Myrmeleontinae.
Género: Acanthaclisis.
Especie: Acanthaclisis occitanica.

Esta impresionante hormiga-león es una de las especies más grandes de su familia en Europa, midiendo entre nueve y doce centímetros de envergadura alar. Posee un cuerpo oscuro, con el abdomen estrechándose hacia el extremo, ojos iridescentes y antenas claviformes negras. El tórax y sobre todo, las patas, están cubiertos de una larga vellosidad lanosa que le da un aspecto muy característico. Las alas son transparentes con algunas manchas oscuras, y las alas anteriores son más largas que las posteriores. En las alas anteriores, entre el borde del ala y la gruesa vena costal, destacan dos filas de celdas hexagonales perfectamente ordenadas, siendo la fila superior mucho más estrecha que la inferior. En la otra especie europea del género, Acanthaclisis (Synclisis) baetica, las dos hileras son aproximadamente de la misma anchura (ver imagen). La larva mide unos tres centímetros de longitud, y es de un color pardo apagado con la cabeza provista de una gran marca oscura a veces muy poco visible. La larva de Acanthaclisis baetica en cambio es de un color de fondo más amarillento y densamente moteada de negro tanto en la cabeza como en el cuerpo.

Esta especie se distribuye por el sur y centro de Europa, las islas Canarias, el norte de África y una parte de Asia Menor llegando por el este hasta Crimea y el Cáucaso. En las zonas más septentrionales de su área de distribución (Alemania y Polonia) parece haberse extinguido. En el norte de su área de distribución esta especie nunca se halla demasiado lejos del mar, pero en el sur puede encontrarse en el interior y subir en zonas montañosas hasta los mil metros de altitud. Puede encontrarse en bosques costeros, dunas con poca vegetación, estepas y depósitos fluviales. Es una especie de delicadas exigencias ecológicas, puesto que su larva vive en zonas arenosas pero dentro de ellas busca los acúmulos de hojarasca o materia orgánica, por lo que no puede habitar en playas desnudas o desiertos, sino que necesita que exista vegetación cercana. Suele encontrarse semienterrada, asomando las mandíbulas en la arena, pero no construye ningún pozo, o bien se le ve caminando activamente en busca de presas. Los imagos se encuentran de mayo a septiembre y son de actividad nocturna, siendo atraídos por la luz. Durante el día permanecen completamente estáticos, en reposo, sobre la superficie de muros, grandes rocas, troncos o ramas, donde su coloración, su postura muy aplicada contra el soporte y su quietud contribuyen a camuflarla completamente a los ojos de los depredadores, a pesar de su gran tamaño. Reposa con las alas plegadas y con las patas anteriores estiradas hacia delante y juntas, en contacto con las antenas. Durante el día, no vuela a menos que sea molestada, y su vuelo es bastante rectilíneo, relativamente lento y muy ruidoso, comparable al de un diminuto helicóptero. El ciclo de vida completo de esta especie dura tres años, e inverna como larva. Suele ser una especie muy escasa, aunque en algunos años muy puntuales puede haber gran cantidad de ejemplares de forma local. Es una especie que se halla en regresión, y particularmente la urbanización y desarrollo de estructuras recreativas en zonas arenosas costeras contribuye en gran medida a la paulatina desaparición de este magnífico animal.