Arctophila bombiformis

Arctophila bombiformis (Fallén, 1810)
Sinónimo: Sericomyia bombiformis (Fallén, 1810)

6-Agosto-2014.
Europa, España, Cataluña, Lérida, Pirineos, Valle de Arán, Balsa de Oles, en la vegetación cercana a la orilla de la balsa.
Leg: Isidro Martínez. Det: Piluca Alvárez.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Arthropoda.
Clase: Insecta.
Orden: Diptera.
Suborden: Cyclorrhapha.
Superfamilia: Syrphoidea.
Familia: Syrphidae.
Subfamilia: Eristalinae.
Género: Arctophila.
Especie: Arctophila bombiformis.

Mosca grande, potente y robusta, de unos quince milímetros de longitud, muy velluda, que imita en su coloración, aspecto y comportamiento a un abejorro del género Bombus. Esto le ofrece protección, ya que los Bombus poseen un aguijón venenoso y son evitados por los depredadores. Así pues, los depredadores cuando ven una mosca de esta especie, la evitan también, pensando que puede tener aguijón. Esta estrategia protectora se conoce como mimetismo batesiano.
Posee una cabeza pequeña, más ancha que larga, con una cara aplanada y dirigida hacia abajo. Las aristas de las antenas son amarillentas. El denso pelaje corporal es de colo negro, con dos amplias bandas amarillo brillante en el tórax y dos bandas blancas en el abdomen. Sus patas, robustas, son de color negro. Las alas son transparentes salvo un parche oscuro situado en la parte media del borde anterior. Se asemeja muchísimo a otras especies de sírfidos imitadoras de abejorros, especialmente a Volucella bombylans, la cual se puede distinguir porque la vena transversa exterior (MP1) es muy sinuosa con un entrante, mientras que en Arctophila es más recta y sencilla.

Se distribuye por casi toda Europa occidental y central. En algunos países, como Noruega, se halla en peligro crítico de extinción. Habita en los bosques húmedos y frondosos, con suelos ricos en nutrientes, especialmente en las zonas montañosas. Las larvas viven en zonas muy húmedas o encharcadas, y poseen al final del cuerpo un largo tubo respiratorio similar al de las Eristalis. Los imagos vuelan de julio a septiembre y a menudo se posan sobre las flores, de cuyo néctar liban.