Conium maculatum

Conium maculatum Linnaeus, 1753

31-Mayo-2014.
Europa, España, Aragón, Zaragoza, Sistema Ibérico, Campo de Daroca, Abanto, Pardos, dentro de los restos del pueblo, creciendo en abundancia entre las ruinas.
Leg: Isidro Martínez. Det: Isidro Martínez et Óscar Torrijo.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Plantae.
Filum: Spermatophyta.
Clase: Magnoliopsida.
Orden: Apiales.
Familia: Apiaceae.
Subfamilia: Apioideae.
Género: Conium.
Especie: Conium maculatum.

La cicuta es una umbelífera herbácea, bienal, de hasta dos metros y medio de altura. Su tallo es hueco, más o menos erecto, muy ramificado en su parte superior y moteado de pequeñas manchitas purpúreas, especialmente en su parte inferior, lo que le da el nombre de maculatum (moteado) y ayuda a diferenciar a esta especie de otras similares. Las hojas son triangulares y tripinnadas o tripinnatífidas, de hasta medio metro de longitud y cuarenta centímetros de anchura, de color verde oscuro y emiten un olor desagradable al frotarlas, similar al de la orina. Las umbelas florales, aplanadas y numerosas, miden entre diez y quince centímetros de diámetro y están formadas por una miríada de diminutas flores blancas unisexuales. Sus frutos son ovalados y miden unos tres milímetros de diámetro. Florece en junio y julio.

Es una planta extremadamente tóxica y que puede producir la muerte por paro respiratorio y asfixia con suma facilidad, permaneciendo la víctima plenamente consciente hasta el momento de su muerte. Ha sido utilizada con propósitos medicinales desde la antigüedad, principalmente como calmante del dolor, pero la diferencia entre la dosis medicinal y la tóxica es tan pequeña que muchas veces los médicos de la antigüedad acababan con la vida de su paciente. Los antiguos griegos la utilizaban para quitar la vida a los condenados a muerte, siendo muy célebre el caso del filósofo Sócrates, que murió con una infusión de cicuta cuatro siglos antes de Cristo.

Se distribuye por toda la región Holártica, creciendo en suelos frescos y húmedos, como las orillas de cursos de agua, huertas abandonadas, bordes de caminos y cunetas. Prefiere los terrenos calcáreos y ricos en nitrógeno, por lo que a menudo se asocia a pasos de ganado.