Alectryon connatus

Alectryon connatus (F. Mueller, 1859) Radlkofer, 1878

18-Agosto-2012.
Cautividad. Europa, Alemania, Baviera, Múnich, Jardín Botánico de Múnich.
Leg: Isidro Martínez. Det: Botánico de Múnich.

Dominio: Eukaryota.
Reino: Plantae
Filum: Spermatophyta.
Clase: Magnoliopsida.
Orden: Sapindales.
Familia: Sapindaceae.
Subfamilia: Sapindoideae.
Género: Alectryon.
Especie: Alectryon connatus.

Es un árbol de hasta veinte metros de altura, aunque a menudo permanece con forma arbustiva. Posee hojas compuestas por entre dos y seis grandes foliolos sésiles, de hasta doce centímetros de longitud y cuatro y medio de anchura, situados sobre un raquis acanalado o estriado y cubierto de villosidad amarillenta al menos cuando es joven. Los brotes jóvenes y las yemas terminales están igualmente cubiertos de una pubescencia amarilla. Sus flores son pequeñas, verdosas, con el interior velloso, y se reúnen en panículas terminales, floreciendo entre febrero y marzo. Sus frutos son cápsulas verdoso-amarillentas de unos dos centímetros de diámetro, divididas en tres o cuatro lóbulos, que se abren dejando ver las semillas negras (una por cada lóbulo) cubiertas cada una por un arilo carnoso de color escarlata.

Se encuentra principalmente en el nordeste de Australia (con una pequeña población aislada en Australia occidental) y en Nueva Guinea, en donde forma parte de los bosques monzónicos, junglas lluviosas litorales, bosquetes de lianas y otras masas similares de vegetación densa, desde el nivel del mar hasta los ochocientos metros de altitud (fuera de los trópicos, alcanza menor altitud). Soporta muy bien la cercanía del mar y tolera la sequía.

En la mitología griega, Alectryon era un joven guardián encargado de proteger la puerta de Afrodita. Pero Alectryon se quedó dormido y Ares, el dios de la guerra, pudo entrar sin impedimento en la morada de Afrodita por la noche, cortejándola. Entonces vino Helios, el dios del sol, y descubrió a los dos amantes y al guardián dormido. Como castigo, Helios transformó a Alectryon en un gallo, condenado a anunciar cada mañana la llegada del Sol. El nombre de Alectryon se le puso a este género de árboles por la semejanza del arilo de las semillas, rojo y dentado, con la cresta de un gallo.