Centranthus ruber

Centranthus ruber (Linnaeus, 1753) De Candolle, 1805

1-Agosto-2012.
Cautividad. Europa, España, Cataluña, Lérida, Prepirineos, Pallares Superior, Llesuí.
Leg: Isidro Martínez. Det: Isidro Martínez.

Dominio: Eukaryota.
Reino: Plantae.
Filum: Spermatophyta.
Clase: Magnoliopsida.
Orden: Dipsacales.
Familia: Valerianaceae.
Género: Centranthus.
Especie: Centranthus ruber.

La valeriana roja o milamores es la especie tipo de las once que conforman el género Centranthus. Con hasta un metro y veinte centímetros de altura, esta planta herbácea perenne posee tallos lisos y gráciles, ramificados desde la base, de sección cilíndrica. Las hojas, de dos a once y medio centímetros de longitud y de uno a seis centímetros de anchura, se disponen en pares opuestos y son entre ovaladas y lanceoladas, algo glaucas, ligeramente carnosas, de margen entero o escasamente dentado y ápice agudo. Las hojas basales son pecioladas y de base cuneada, mientras que las hojas caulinares son sésiles, de base redondeada o abrazadora. Los tallos terminan en densas inflorescencias corimbosas de numerosísimas flores tubulares diminutas, de color rojo rosado (en ocasiones blancas), provistas cada una de un largo espolón de entre tres y ocho milímetros de longitud. El tubo de la corola mide hasta once milímetros y se abre en cinco pétalos alargados y desiguales. Cada flor posee un solo estambre, y un estilo exerto. Florece entre abril y noviembre. El fruto es un pequeño aquenio de hasta cuatro milímetros de longitud, provisto de un vilano de entre nueve y veintiséis radios, que en realidad son sépalos modificados ya existentes antes de la floración.

Es nativa de Europa, norte de África y Asia menor, mientras que en las islas Canarias constituye una especie invasiva, también se ha naturalizado en América y Australia. Esta planta basófila prefiere las pendientes rocosas, acantilados y taludes, y a veces los muros empedrados, desde el nivel del mar hasta los mil trescientos metros de altitud. Es una planta especialmente asociada a las cercanías de nidos de aves rupícolas y las paredes de cuevas rocosas donde se esconden pequeños mamíferos, ya que esta planta se beneficia de las deyecciones de los animales que le proporcionan nitrógeno y amoniaco. Es una de las plantas más populares en los pueblos de clima templado, por su rusticidad y belleza, cultivándose en jardineras y dejándose que se asilvestre en los muros de las calles. Además de su uso ornamental, también pueden consumirse sus hojas crudas o cocidas. El hongo Ramularia centranthi forma manchas en las hojas de la valeriana roja, y el pulgón Dysaphis brancoi depende exclusivamente de esta planta, alimentándose de la savia de sus raíces.