Chalcides bedriagai

Chalcides bedriagai Boscá, 1880

2005.
Europa, España, Comunidad Valenciana, Castellón, entre Peñíscola y Benicarló, en una finca particular.
Leg: Isidro Martínez. Det: Isidro Martínez.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Chordata.
Clase: Reptilia.
Orden: Squamata.
Suborden: Sauria.
Superfamilia: Scincoidea.
Familia: Scincidae.
Subfamilia: Scincinae.
Género: Chalcides.
Especie: Chalcides bedriagai.


El eslizón ibérico es un curioso lagarto de pequeño tamaño, de hasta dieciséis centímetros de longitud total, aunque raramente supera los nueve, siendo las hembras más grandes que los machos. Posee una forma muy dinámica y patas pequeñas, terminadas en cinco dedos, que apenas usa, desplazándose principalmente sobre su vientre. Su cabeza, poco diferenciada del cuerpo, es pequeña y triangular, ancha, con el morro redoneado, los ojos pequeños y los orificios auditivos reducios, situados por debajo del nivel de los ojos. Posee una escama rostral grande, más larga que ancha, bordeada por sendas escamas postnasales a cada lado. El labio superior cuenta con siete escamas, de las que la cuarta y la quinta están en contacto con el ojo. Carece de escamas prefrontales y de pliegue gular. La piel que recubre su cuerpo está formada por escamas lisas y brillantes, habiendo de veintidós a veintiocho hileras de escamas al nivel medio del cuerpo, siendo iguales las dorsales que las ventrales. El cuerpo es de color pardo amarillento a oliváceo, más claro en la zona ventral, la cual es blanquecina o amarillenta, en ocasiones con reflejos azulados. Por lo general el dorso está recorrido por una amplia banda longitudinal más oscura en el centro, y otras bandas oscuras similares se sitúan en los flancos. La cola es de sección circular y en general ligeramente más corta que el cuerpo. Los ejemplares juveniles son más oscuros y uniformes que los adultos, sin bandas, con el hocico teñido de anaranjado y con la cola y el vientre gris oscuro, siendo en ellos la cola mucho más larga en proporción al cuerpo que en los adultos.

Es una especie poco frecuente, endémica de la Península Ibérica, en donde escasea o está ausente en el tercio norte y la zona más occidental. Se divide en tres subespecies. Es bastante exigente con su hábitat, ya que sólo ocupa áreas mediterráneas áridas, muy térmicas, sobre suelos arenosos o terrosos con abundantes piedras u otros refugios, en zonas orientadas a la solana, desde el nivel del mar hasta los mil setecientos cincuenta metros de altitud. La destrucción de este hábitat, especialmente intenso en las zonas costeras con fuerte presión turística, es su principal amenaza, por ello se le considera como "casi amenazado". Suele verse de marzo a septiembre, invernando oculto bajo tierra, pero en los días más calurosos del invierno puede emerger de su refugio. Tiene hábitos crepusculares o bien caza al alba, el resto del día y la noche lo pasa oculto bajo piedras o bien semienterrado. Es una especie muy discreta y difícil de ver ya que no sale a asolearse como hacen la mayoría de reptiles, huye con mucha rapidez a la menor perturbación, y no realiza desplazamientos largos. Se alimenta de artrópodos terrestres, principalmente de escarabajos, arañas y cochinillas de la humedad. Las primeras cópulas tienen lugar entre marzo y junio según la latitud. Los machos son territoriales y luchan entre sí durante la época de apareamiento. Tras unos dos meses de gestación, la hembra pare de una a seis crías vivas en un solo parto al año. Las crías alcanzan la madurez sexual cuando tienen tres o cuatro años.

Numerosas creencias populares muy fantasiosas e irracionales abundan en torno a este reptil. Por ejemplo, en el noroeste de su área de distribución se le conoce como escupión por la creencia de que escupe, algo que es físicamente imposible para este animal. En otros lugares es conocido el refrán de que "si el liso viera y la víbora oyera, no habría hombre que al campo saliera", siendo liso otro de los nombres vernáculos de este animal, perfectamente capaz de ver y por supuesto absolutamente inofensivo.

La única otra especie de eslizón con la que comparte su área de distribución es el eslizón tridáctilo (Chalcides striatus). Es bastante fácil de distinguir del ibérico por su mayor tamaño, cuerpo más serpentiforme, diseño longitudinalmente rayado, patas más reducidas en proporción, con sólo tres dedos en cada una, y por ocupar biotopos mucho más húmedos.