Catalpa bignonioides

Catalpa bignonioides Walter, 1894

18-Marzo-2007.
Cautividad. Europa, España, Madrid, Villafranca del Castillo, cultivada en un jardín de un barrio residencial.
Leg: Isidro Martínez. Det: Isidro Martínez.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Plantae.
Filum: Spermatophyta.
Clase: Magnoliopsida.
Orden: Lamiales.
Familia: Bignoniaceae.
Subfamilia: Catalpoideae.
Género: Catalpa.
Especie: Catalpa bignonioides.


Este árbol, la especie tipo y la más conocida de las ocho que conforman el género Catalpa, es un árbol caducifolio de talla mediana, que alcanza hasta veinte metros de altura. Su tronco es único y recto, de hasta un metro de diámetro, y está cubierto por una corteza escamosa, gris parduzca. La copa es amplia y redondeada. Posee grandes hojas opuestas o dispuestas en verticilos de tres, simples, acorazonadas, con limbo de hasta treinta centímetros de longitud y veinte de anchura, de borde entero (raramente con grandes dientes dispersos) y ápice acuminado, y provistas de largos y gruesos peciolos de hasta dieciséis centímetros de longitud. Por el envés, en las axilas de los nervios secundarios, poseen diminutas glánulas nectaríferas poco llamativas. Sus flores acampanadas, sinpétalas, son de gran belleza, fragantes, blancas con los bordes encrespados y la garganta con manchas amarillas y púrpuras, y poseen dos estambres fértiles y tres estaminodios así como un largo estilo con el estigma bilobulado. Aparecen en verano en panículas terminales de hasta veinticinco centímetros de longitud, tan numerosas que llegan a eclipsar a las hojas. Los frutos son grandes vainas péndulas, muy largas y estrechas (de hasta medio metro de longitud y un centímetro de diámetro) y de color marrón muy oscuro, que contienen numerosas semillas con alas rudimentarias orladas de mechones de pelos. Las semillas, de color pardo dorado, miden hasta cuatro centímetros de longitud en total (incluyendo las alas).

Es endémica de una pequeña zona en el sudeste de Estados Unidos, concentrada en el estado de Georgia y las zonas colindantes de los estados limítrofes. Sin embargo, se ha naturalizado ampliamente en el resto del continente y fuera de él. Habita en humedales, riberas y bosques de llanura, alcanzando hasta los mil seiscientos cincuenta metros de altitud. Es popularmente usado como árbol de calle y ornamental. Destaca su resistencia al frío, un rasgo poco habitual en las bignoniáceas, y crece sin problemas mucho más al norte de su área nativa de distribución, incluso en Canadá. También es resistente a la contaminación. Le gustan los suelos ricos y bien drenados y requiere pleno sol. Todas las partes de la planta son venenosas.

En Villafranca:


En Zaragoza: