Batocera victoriana

Batocera victoriana Thomson, 1878

22-Noviembre-2011.
Cautividad. Europa, España, Aragón, Zaragoza, en una colección particular.
Leg: Isidro Martínez. Det: Ernesto Navarro.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Arthropoda.
Clase: Insecta.
Orden: Coleoptera.
Suborden: Polyphaga.
Superfamilia: Chrysomeloidea.
Familia: Cerambycidae.
Subfamilia: Lamiinae.
Género: Batocera.
Especie: Batocera victoriana.

Esta Batocera mide unos cinco o seis centímetros de longitud corporal, y es bastante llamativa por el moteado de sus élitros que no es totalmente simétrico, aunque guarda una imperfecta simetría entre los dos élitros. Las manchas están formadas for tomento escamoso y pueden ser desde blancas hasta naranja oscuro, siendo más rojizas las del pronoto, las de los élitros pueden ser de diferentes colores, siendo habitual que las más centrales sean más claras que las otras. El color de fondo del insecto es marrón, más grisáceo en el pronoto y la cabeza. La base de los élitros tiene una gruesa punteadura. Una característica propia de esta especie es el cuarto segmento antenal (el segundo del flagelo) que en los machos posee una gran espina muy perpendicular e incluso algo dirigida hacia atrás, situada en el ápice, careciendo las hembras de esta espina. Los machos son algo más grandes que las hembras, sus antenas son mucho más largas, gruesas y rugosas, aunque no llegan a doblar la longitud del cuerpo, y sus patas son más largas en proporción al cuerpo, siendo el par delantero mucho más largo que los otros dos pares y con las tibias más fuertemente curvadas, en tanto que la hembra tiene los tres pares de patas de la misma longitud y las tibias anteriores y medias sólo ligeramente curvadas cerca del ápice. Todas estas características son comunes al dimorfismo sexual de casi todas las especies de Batocera.

Esta especie se halla ampliamente repartida por todo el sudeste asiático, desde la India hasta Sumatra, donde habita en las junglas tropicales. La hembra fecundada produce con sus mandíbulas un corte en la superficie de un tocón o tronco de un árbol recién abatido o enfermo, y pone un huevo dentro del corte, luego repite el proceso hasta dejar alojados todos sus huevos, uno en cada corte.