Baetis fuscatus

Baetis fuscatus (Linnaeus, 1761)

6-Septiembre-2008.
Europa, España, Aragón, Zaragoza, sotos fluviales del interior de la ciudad.
Leg: Isidro Martínez . Det: José Manuel Cubero.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Arthropoda.
Clase: Insecta.
Orden: Ephemeroptera.
Suborden: Schistonota.
Superfamilia: Baetoidea.
Familia: Baetidae.
Género: Baetis.
Especie: Baetis fuscatus.

Se trata de una pequeña efímera bien conocida, sobre todo por los pescadores, que la usan como cebo. Mide entre seis y ocho milímetros de longitud corporal. El macho tiene un cuerpo bicolor bastante curioso, con la cabeza, el tórax y la punta del abdomen de color castaño, y el resto del abdomen amarillento o blanquecino, translúcido. Los machos tienen ojos turbinados, bien separados, muy protuberantes y de color amarillento, algo muy típico de esta especie ya que en otras Baetis los ojos turbinados de los machos son parduzcos. La hembra, en cambio, es de color pardo claro uniforme. Tiene dos cercos, como las restantes especies de la familia Baetidae. Los cercos miden de diez a trece milímetros de longtiud, siendo más largos en los machos que en las hembras. Las alas son transparentes en los imagos y hialinas en los subimagos. Cada ala anterior mide de cinco y medio a siete y medio milímetros de longitud, las alas posteriores son relativamente anchas y están recorridas por tres venas longitudinales. Las patas son de color blanco verdoso. Las ninfas son esbeltas, de cinco a seis y medio milímetros de longitud corporal, con cuerpo en forma de torpedo, de color pardo amarillento o pardo verdoso, y en la punta de su abdomen posee tres "colas" de color uniforme, la central sólo levemente más corta que las dos laterales.

Se distribuye por todo el Paleártico, desde las Islas Británicas hasta Japón, llegando por el norte hasta Escandinavia y Siberia y por el sur hasta la Península Ibérica, Turquía, Armenia y Mongolia. Habita en los cursos de aguas alcalinas, con lecho de gravilla o cubierto de vegetación acuática, también en lagos, pero muy raramente en estanques. Los imagos emergen de mayo a noviembre según la altitud y la latitud, en dos o tres generaciones anuales, de forma masiva cuando las condiciones son propicias, aunque estas explosiones son bastante infrecuentes. Cuando una ninfa madura está a punto de convertirse en subimago, sube a la superficie del agua y muda su exoesqueleto rasgándolo por el tórax, el subimago tarda sólo unos segundos en desplegar sus alas llenando sus venas con fluido, y vuela a la seguridad de la vegetación de las orillas para allí mudar de nuevo y transformarse en imago. Las hembras fecundadas depositan sus huevos en el agua desde una estructura emergente como una roca, rama, junco, etc, de este modo, al no aterrizar directamente en la superficie del agua para desovar, reduce mucho las probabilidades de ser devorada por los peces, al contrario que la mayoría de las efímeras.