Eucharis adscendens

Eucharis adscendens (Fabricius, 1787)

30-Junio-2024.
Europa, España, Aragón, Zaragoza, barrio de Santa Isabel, camino a orillas del río Gállego, obtenido por vareo de Arundo donax.
Leg: Isidro Martínez. Det: Isidro Martínez.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Arthropoda.
Clase: Insecta.
Orden: Hymenoptera.
Suborden: Apocrita.
Superfamilia: Chalcidoidea.
Familia: Eucharitidae.
Subfamilia: Eucharitinae.
Género: Eucharis.
Especie: Eucharis adscendens.

Esta peculiar avispilla es bastante grande para ser un calcidoideo, midiendo entre cuatro y seis milímetros de longitud corporal. Tiene una forma muy peculiar, con cabeza pequeña, tórax muy voluminoso, y abdomen extremadamente corto y alto separado del tórax por un estrecho peciolo. Es de color negro brillante con reflejos metálicos verdosos, cobrizos o violáceos. La cara posee una rugosidad neta, las genas son brillantes y las antenas son cortas y uniformemente oscuras. El pronoto queda oculto detrás de la cabeza y es muy difícil de ver. El dorso del tórax es toscamente reticulado, con un profundo surco central bifurcado que llega hasta el escutelo. Éste es muy grande y fuertemente convexo, ocupando la mayor parte del tórax. El peciolo es más ancho que largo. Los machos poseen el abdomen completamente negro azulado brillante y de una surrealista forma verticalmente cónica, la hembra posee el abdomen en gran parte de color naranja amarronado o rojizo, y de forma más globosa. Las patas son en su mayor parte amarillas, salvo la base de los fémures negra. Las alas son transparentes.

Se distribuye por toda Europa, el Cáucaso, los Urales, Siberia occidental, Asia Central e Irán. Habita en pastizales xerotérmicos, pastizales psamófilos y linderos soleados de bosques. Los imagos vuelan de mayo a julio y no se alimentan. Son raramente observados. La hembra fecundada pone sus huevos sobre las plantas, especialmente en las inflorescencias incipientes de umbelíferas, pero no necesariamente cerca de un hormiguero. Al eclosionar los huevos, las larvas planidias bajan de la planta y buscan activamente un camino de hormigas, esperan a que pase una hormiga (especialmente de los géneros Formica o Messor), y se suben a ella. La hormiga la lleva al hormiguero y allí la larva vive como parasitoide de una pupa de hormiga (rara vez de una larva cercana a la pupación). Las hormigas cuidan y protegen a la larva parásita como si fuera propia. Cuando emerge el adulto de su crisálida, las hormigas no le atacan, sino que le tratan como a un igual, acicalándolo, protegiéndolo, y ayudándolo a salir del nido. No se sabe cuánto tiempo permanece el adulto en el hormiguero, pero debe abandonarlo para encontrar pareja y reproducirse.