Arbutus canariensis

Arbutus canariensis Veillard ex Duhamel, 1800

5-Marzo-2004.
Cautividad. Europa, España, Cataluña, Barcelona, Montjuic, Jardín Botánico de Barcelona.
Leg: Isidro Martínez. Det: Botánico de Barcelona.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Plantae.
Filum: Spermatophyta.
Clase: Magnoliopsida.
Orden: Ericales.
Familia: Ericaceae.
Subfamilia: Arbutoideae.
Género: Arbutus.
Especie: Arbutus canariensis.

El madroño canario es un pequeño árbol perennifolio de copa redondeada, que alcanza hasta ocho metros de altura, aunque a menudo no sobrepasa el porte de un arbusto. Su tronco se halla cubierto de una llamativa corteza lisa de color rojizo, que se desprende en grandes y finas placas revelando la corteza interior verde claro, aunque en los árboles más maduros la corteza se vuelve rugosa y mucho menos llamativa. Las hojas miden hasta quince centímetros de longitud, considerablemente mayor que la de otros madroños, y su anchura llega a ser de tres centímetros, mientras que el peciolo, de color rosado, mide hasta cuatro milímetros de longitud. Son alternas, más o menos péndulas, coriáceas, brillantes, de borde finamente aserrado y de forma más lanceolada y puntiaguda que la de otras especies del género. Las hojas nuevas poseen un tono bronceado. Las flores miden alrededor de un centímetro de longitud y son de color blanco verdoso a blanco rosado, de forma urceolada, péndulas, y se sitúan en gran número sobre panículas erectas terminales. Los frutos son bayas comestibles de forma globosa, carnosas y de superficie densamente verrugosa, de hasta tres centímetros de diámetro y de color amarillo dorado o naranja al madurar, disponiéndose en infrutescencias péndulas.

Es endémico del archipiélago canario, donde forma parte de la laurisilva, un bosque único de árboles perennifolios típico de la Macaronesia y algunas zonas costeras del oeste de la Península Ibérica. Es una especie poco frecuente, considerada como Vulnerable, y está protegida. Se divide en diez subpoblaciones que se ven afectadas por las sequías y los incendios forestales, aunque sus números permanecen más o menos estables.



Otro ejemplar en el aeropuerto de Santa Cruz de Tenerife: