Aegiphila bogotensis

Aegiphila bogotensis (Sprenger, 1825) Moldenke, 1933

26-Septiembre-2023.
Cautividad. América, Sudamérica, Colombia, Bogotá, Engativá, Jardín Botánico José Celestino Mutis.
Coordenadas: 4°40′06″N 74°06′01″O
Leg: Isidro Martínez. Det: Botánico de Bogotá.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Plantae
Filum: Spermatophyta.
Clase: Magnoliopsida.
Orden: Lamiales.
Familia: Verbenaceae.
Género: Aegiphila.
Especie: Aegiphila bogotensis.

El tabaquillo o blanquillo es un árbol perennifolio de rápido crecimiento, de hasta veinte metros de altura, aunque normalmente alcanza un porte mucho menor. Su tronco alcanza hasta los cuarenta centímetros de diámetro, y está recubierto por una corteza agrietada. Las ramillas más jóvenes son peludas. Las hojas son opuestas y decusadas, coriáceas, de color verde oscuro, con el envés adornado por pelos de color herrumbroso. La inflorescencia consiste en una cima corimbosa, formada por flores actinomorfas de color blanco o cremoso, de aspecto ceroso, con la corola provista de cuatro o cinco pétalos. El fruto es una baya globosa de unos dos centímetros de diámetro, amarilla al madurar y sostenida por la base persistente del cáliz. En su interior contiene una sola semilla.

Es nativo de los Andes, desde Venezuela hasta Ecuador. Habita a entre dos mil cien y tres mil quinientos metros de altitud en la selva nublada de montaña, así como en bosques secundarios húmedos y sus linderos. Es un árbol pionero que se puede adaptar bien a las perturbaciones causadas por la especie humana. También es capaz de crecer en terrenos con fuertes pendientes. Se utiliza, por tanto, para inducir la regeneración del bosque. Sus flores son polinizadas por colibríes y sus frutos son consumidos por diversas aves.