Gasteracantha thorelli

Gasteracantha thorelli Keyserling, 1864

15-Septiembre-2021.
Cautividad. Europa, Austria, Viena, Innere Stadt, Museo de Historia Natural de Viena.
Coordenadas: 48°12′18″N, 16°21′34″E.
Leg: Isidro Martínez. Det: Naturhistorisches Museum Wien.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Arthropoda.
Clase: Arachnida.
Orden: Araneae.
Suborden: Araneomorphae.
Superfamilia: Araneoidea.
Familia: Araneidae.
Subfamilia: Gasteracanthinae.
Género: Gasteracantha.
Especie: Gasteracantha thorelli.

Las arañas del género Gasteracantha son fascinantes criaturas de aspecto extravagante, y la especie que aquí nos ocupa es una de las más extraordinarias. La hembra mide unos ocho milímetros de longitud, pero es mucho más ancha que larga. Su cefalotórax y sus patas son de color rojo parduzco oscuro, lustroso. Los ojos se sitúan del mismo modo que en otras especies del género: cuatro formando un cuadrilátero en el centro de la frente, y dos muy juntos en cada borde lateral del cefalotórax. Pero lo que llama la atención de esta especie es el abdomen de la hembra. Es de color granate tanto por su cara superior como por su cara inferior. Por el dorso puede presentar una o dos bandas transversales amarillas más o menos marcadas. El abdomen es mucho más ancho que largo, es aplanado y posee las seis espinas típicas del género. El par anterior y el par posterior consisten en espinas diminutas cónicas, de color negro. Sin embargo, el par central está formado por dos espinas enormes, muy gruesas y fuertemente curvadas hacia atrás, de color negro, que recuerdan a los cuernos de un toro. Estas espinas tan desarrolladas están recubiertas de pelillos finos. El dorso del abdomen de la hembra posee, además, las fosetas típicas de este género. Diez en la hilera anterior, siendo las cuatro centrales más pequeñas y las otras seis muy grandes, cuatro en el centro del abdomen, formando un cuadrilátero, y ocho en la hilera posterior, de nuevo con las cuatro centrales más pequeñas y las de los extremos bastante grandes. Respecto al macho, se desconoce su apariencia, pero sin duda es mucho menos llamativo que la hembra, debe de ser mucho más pequeño, de colores apagados y sin espinas, o con apenas vestigios de espinas.

Es una especie endémica del área de Nosy Be, en el noroeste de Madagascar. La biología de esta especie es completamente desconocida, y a diferencia de sus primas de África continental, no se han realizado estudios sobre las arañas espinosas de Madagascar, isla donde habitan cinco especies de este género. Su modo de vida puede deducirse únicamente por comparación con especies relacionadas. La hembra de esta araña teje una gran telaraña orbicular entre los árboles o arbustos, a cierta altura del suelo, y se sitúa en el centro de ella esperando la caída de insectos voladores de los que se alimenta. El macho vagabundea en busca de la telaraña de una hembra, se asienta en ella y durante los pocos meses que dura su vida, copula con la hembra y luego muere. La hembra pone un saco de centenares de huevos protegidos por hilos de seda en la vegetación circundante, y tras reproducirse, también muere. Las arañitas que salen de los huevos llevan en sus primeras semanas una vida gregaria y permanecen en el saco de huevos, poco a poco se van dispersando e independizando conforme crecen.

La isla de Nosy Be (que en malgache significa isla grande) es famosa por tener endemismos dentro de una área ya muy rica en endemismos como es Madagascar. Lamentablemente está deforestada casi en su totalidad. Por ejemplo, ahora estoy realizando una revisión taxonómica de Mimusops en Madagascar y la especie Mimusops nossibeensis, descrita en 1964 y solo conocida de esta isla, la voy a tener que dar como extinta de acuerdo al protocolo de la UICN. Espero que esta araña tenga más suerte.

Es una verdadera tragedia, y si el desgobierno de Madagascar permitiera la exportación de semillas a centros botánicos institucionales, esa especie seguramente no estaría extinta.