Cyrtodactylus pulchellus

Cyrtodactylus pulchellus Gray, 1827

15-Septiembre-2021.
Cautividad. Europa, Austria, Viena, Innere Stadt, Museo de Historia Natural de Viena.
Coordenadas: 48°12′18″N, 16°21′34″E.
Leg: Isidro Martínez. Det: Naturhistorisches Museum Wien.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Chordata.
Clase: Sauropsida.
Orden: Squamata.
Suborden: Sauria.
Familia: Gekkonidae.
Subfamilia: Gekkoninae.
Género: Cyrtodactylus.
Especie: Cyrtodactylus pulchellus.

Este hermoso geco es la especie tipo del numerosísimo género Cyrtodactylus. Mide hasta once centímetros y medio de longitud. La boca está provista de entre nueve y quince escamas en cada labio superior y entre ocho y trece en el inferior. Los ojos poseen pupilas verticales. El cuerpo está adornado dorsalmente por cuatro amplias bandas de color castaño oscuro nítidamente contrastadas contra el fondo de un pardo más claro, ambos colores separados por finas líneas blancas. El dorso posee tubérculos relativamente grandes, fuertemente aquillados, ampliamente separados entre sí, sin tubérculos secundarios más pequeños. Estos tubérculos se disponen en entre veintinueve y treinta y cuatro hileras longitudinales. Los machos poseen dos series de cuatro poros preanales en un profundo surco longitudinal, conectado en ángulo recto con una serie de quince a veinte poros femorales. Los dedos son bastante finos, están curvados y carecen de almohadillas. La cola posee de ocho a doce bandas oscuras contrastadas contra el fondo claro.

Es endémico de Tailandia y de la isla de Penang, en Malasia peninsular. Habita en formaciones rocosas graníticas en la selva tropical, desde el nivel del mar hasta unos dos mil metros de altitud, refugiándose por el día entre las grietas, ya que es de actividad nocturna. No suele alejarse de sus rocas de granito, aunque en ocasiones trepa por los tallos de lianas y troncos de árboles circundantes y las paredes de edificios. Se alimenta de grillos y otros insectos. La hembra pone dos huevos que entierra en el suelo, abandonando el lugar a continuación. El calor del sol y de la vegetación en descomposición incuba los huevos, que eclosionan entre cinco y siete meses después, dando lugar a crías de seis o siete centímetros de longitud. Se tata de una especie amenazada a causa de la destrucción de su hábitat natural para la expansión de construcciones humanas y de cultivos.