Angelica sylvestris

Angelica sylvestris Linnaeus, 1753

30-Julio-2010.
Europa, España, Aragón, Huesca, Pirineos, Sobrarbe, Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, Ordesa, en un solar de un pueblo.
Leg: Isidro Martínez. Det: Isidro Martínez.

Dominio: Eukaryota.
Reino: Plantae
Filum: Spermatophyta.
Clase: Magnoliopsida.
Orden: Apiales.
Familia: Apiaceae.
Subfamilia: Apioideae.
Género: Angelica.
Especie: Angelica sylvestris.

Ésta umbelífera bienal, de gran porte, puede alcanzar hasta dos metros de altura. Su raíz es muy carnosa, gruesa y larga, y de ella nace un tallo hueco y grueso, de hasta dos centímetros y medio de diámetro, erecto, poco ramificado, acanalado y de color verde teñido de púrpura en los nodos. De cada nodo sale una hoja de gran tamaño, bipinnada, con peciolo transformado en una amplia vaina envolvente y limbo triangular de hasta setenta centímetros de longitud y sesenta de anchura, compuesto por foliolos de ovalados a lanceolados, de hasta trece centímetros de longitud y nueve de anchura, puntiagudos y de margen irregularmente aserrado. Florece de julio a octubre, y las diminutas flores, de color blanco verdoso, blanco puro, blanco rosado o en ocasiones púrpura intenso, se disponen por millares en grandes umbelas semiesféricas formadas por hasta setenta y cinco radios, con entre cero y dos largas brácteas lineares en su base. Los frutos son elípticos, de hasta ocho milímetros de longitud y seis y medio de anchura, de color pardo al madurar, con costillas dorsales muy prominentes y márgenes alados.

Tiene una distribución boreoalpina, es decir, vive tanto en el norte de Europa, Siberia y Groenlandia como en las altas montañas del sur de Europa (Pirineos, Alpes, Apeninos y las montañas del Cáucaso). Ha sido introducida en Canadá, donde constituye una especie invasiva. Crece desde el nivel del mar hasta los mil doscientos metros de altitud en campos, setos, laderas húmedas, bosques abiertos, márgenes de cursos de agua, zonas pantanosas y turberas, buscando preferentemente las zonas a semisombra. Su tallo es comestible en crudo y las hojas lo son una vez cocinadas. Esta planta es un auténtico imán para todo tipo de insectos florícolas, que se alimentan de su néctar.