Amiota variegata

Amiota variegata (Fallén, 1823)
Sinónimo: Phortica variegata (Fallén, 1823)

28-Agosto-2008.
Europa, España, Aragón, Teruel, Gúdar-Javalambre, entre Mora de Rubielos y Valbona, a orillas del río Mijares.
Leg: Isidro Martínez. Det: Jorge Mota Almeida.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Arthropoda.
Clase: Insecta.
Orden: Diptera.
Suborden: Brachycera.
Superfamilia: Ephydroidea.
Familia: Drosophilidae.
Subfamilia: Steganinae.
Género: Amiota.
Subgénero: Phortica.
Especie: Amiota variegata.

Esta mosca mide entre tres y medio y cinco milímetros de longitud (las hembras son más grandes que los machos) y posee una coloración en general pardo oscura. El escudo es corto y abombado en comparación con otros géneros de Drosophilidae, y en él aparecen numerosas manchas grises parcialmente confluentes. El escutelo es oscuro en su parte más ancha, con manchas grises. Las patas poseen coxas y fémures oscuros y tres bandas oscuras en cada tibia, así como unos tarsos por lo general amarillos. También aparecen anillos pálidos alrededor de los ojos rojizos, y una característica coloración del abdomen. Las antenas son de color dorado y las alas son hialinas. Los adultos son muy difíciles de diferenciar de otras especies del mismo género, como A. semivirgo y A. okadai. Amiota semivirgo posee los tarsos más oscuros. Es necesario el examen de la genitalia para distinguir estas especies con seguridad.

Estas diminutas moscas se distribuyen por Europa y el Cáucaso, donde habitan casi exclusivamente en bosques maduros y bien conservados, con elevada humedad ambiental y buena densidad de vegetación de sotobosque. Antiguamente se pensaba que esta especie se distribuía por toda Asia, pero se ha demostrado que los registros asiáticos corresponden a otras especies similares, Amiota (Phortica) magna y Amiota (Phortica) okadai. Los imagos pueden encontrarse de mayo a noviembre, con un máximo en agosto, emergiendo las hembras mucho antes que los machos. Se sienten atraídas por ciertas sustancias líquidas, en especial las heridas rezumantes de savia de los árboles, especialmente aquellos atacados por la oruga de la rara especie Cossus cossus. Acuden también a los ojos de los mamíferos (incluyendo el hombre), especialmente mamíferos carnívoros, y se alimentan de lágrimas, que provocan irritando al ojo. Puede transmitir unos parásitos oculares que afectan a perros, gatos, zorros y conejos, pero no al hombre. Sus poblaciones están en fuerte regresión.